conocimiento profundo de lo que la rodea, reviste garantías razonables de
éxito para la gerencia.
Aptitud positiva ante la incertidumbre: la falta de certeza es inmanente
a la acción humana, por ende, a la organizacional y sus procesos. No siempre
se tendrá toda la información que se requiere para la toma de alguna decisión.
El gerente consciente, ante la incertidumbre no se arredra ni amilana. La
gerencia debe mantener equilibrio entre la información que se posee y la que
se considera, carece.
Formación de ciudadanía: dentro del área de su incumbencia, la
gerencia tiene la posibilidad de participar en la formación de ciudadanía
mediante actividades y estrategias que potencien los valores ciudadanos, el
interés por los asuntos sociales, desde lo interno de la organización hasta
irradiar en el entorno social inmediato. Incluso por esta vía, la propia
organización estaría propiciando la construcción de un clima organizacional
ideal.
Claridad metodológica: por ser una disciplina científica, la gerencia,
tanto para su estudio como para su práctica, se apoya en teorías demostradas.
Como proceso, la gerencia posee sus métodos, por medio de los cuales, los
actores gerenciales obtienen sus mejores resultados. Cada modalidad de
gerencia, activará su propio método.
Pensamiento gerencial: aunque parezca tautológico, quien asuma la
responsabilidad de gerenciar, debe ser, parecer, pensar y actuar como
gerente. Debe acercarse a los asuntos de su incumbencia con visión
estratégica y amplitud de pensamiento. En la aptitud, formación y metodología
gerencial estriba grandemente buena parte del éxito gerencial.
5. Reflexiones finales
Como concepto epistémico, la gerencia avanzada de la investigación
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Arbitrado
costumbres, valores, prácticas, legislaciones, historia, creencias. Un