Revista Scientific Volumen 2 / Nº 6 - Noviembre-Enero 2017-2018 | Page 328

(2006), experimentan una turbulencia en sus esquemas organizativos. El marco o ámbito legal de la acción universitaria, lo representa la Ley de Universidades (1970), en cuyo articulado la universidad es presentada como una comunidad de intereses espirituales cuya tarea es buscar la verdad y afianzar los valores trascendentales del hombre mediante la conjunción de profesores y estudiantes. Se espera de ella una función rectora en la educación, la cultura y la ciencia, materializada en la creación, asimilación y difusión del saber mediante la investigación y la enseñanza. En esta caracterización de la universidad venezolana, la investigación y la enseñanza (docencia) se destacan como sus funciones cimeras y su razón de ser. Lo establecido en la mencionada ley, fue ratificado por las disposiciones de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000), la cual en su artículo 109 establece, que es a través de la investigación científica, humanística y tecnológica como los profesores, estudiantes y egresados se dedicarán a la búsqueda del conocimiento, para el beneficio espiritual y material de la Nación. Además de las disposiciones legales, es menester mencionar los diferentes acuerdos y pactos internacionales que Venezuela como signataria de organismos multilaterales, bloques regionales o sectoriales ha suscrito, de estos acuerdos también se desprenden para nuestro país y sus instituciones académicas, líneas de acción de obligatorio cumplimiento (Por ejemplo los acuerdos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura-UNESCO), orientadas todas a posicionar lo científico académico en lugares de liderazgo y conducción social y a contribuir con las grandes soluciones que la humanidad reclama a la espera del bienestar colectivo. Tal como lo señala Rojas (2006), en la comunidad científica y académica y en la sociedad en general, uno de los retos máximos de las 327 Arbitrado Monagas