niños en sus hogares y en las aulas de clases. En términos de la praxis
pedagógica, Chávez citado por Casañas (2014), manifiesta que “se quiere
generar herramientas de apoyo y soluciones educativas tecnológicas con altos
niveles de calidad y la búsqueda continua de mejorar la calidad de la
educación, a través de la difusión y el uso compartido de información” (pág.
29). Esto representa un paso significativo para integrar la tecnología en las
escuelas.
También se han desarrollado otras propuestas complementarias, como
es
el
caso
Telemática
de
la
Fundación
Bolivariana
de
Informática
y
(FUNDABIT, 2006), desarrolla el proyecto de los Centros
Bolivarianos de Informática y Telemática (CBIT), considerados
como
“espacios educativos dotados de herramientas multimedia, donde se
incorporan las TIC como apoyo al proceso educativo de alumnos, docentes y
comunidad en general, permitiendo así el desarrollo de actividades
productivas, científicas y humanísticas del país” (pág. 10). Estos ámbitos
tecnológicos, se encuentran dotados con recursos, a través de los cuales se
presta un servicio a los educandos, docentes y comunidad en general.
En esta misma orientación los CBIT, han representado un intento de las
políticas de gobierno venezolano por desarrollar una interacción educativa
más amplia, en cuanto a los avances en el desarrollo de sus capacidades para
el acceso, uso y apropiación de las TIC, como una forma de hacer realidad un
sueño aparentemente irrealizable: el de la educación individualizada, incluso
cuando facilita el aprendizaje cooperativo y la comunicación intercultural.
Por otro lado, en el ámbito de la educación universitaria se han
implementado programas dirigidos a solventar requerimientos de tipo
administrativo, técnico-pedagógico y de tipo tiempo-espacio, como son las
modalidades: (a) e-learning, es una forma educativa a distancia; (b) b-learning,
referida a la forma mixta de la praxis pedagógica semi presencial; y (c) m-
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Arbitrado
computadoras portátiles con software educativo para ser utilizados por los