convirtiendo la existencia de la Sobreprotección.
Sobre la base de las ideas expuestas es importante tomar en cuenta
ciertos elementos como lo son: Los Miedos, que son considerados una manera
de conducta en el hombre, que pueden ser transmitidos de los padres a los
hijos, aunque los padres crean que no lo han manifestado abiertamente ante
ellos, cundo se habla de miedos se está abordando las emociones más
fuertes.
Asimismo, la Agresividad, corresponde a la violencia física o verbal
considerada una conducta negativa que puede marcar profundamente la vida
psíquica del menor a tal punto que tendremos a futuro un adulto violento y
desadaptado que no podrá vivir en pareja por la manera como fue marcado
por sus padres. Con respecto al Pesimismo, los padres pesimistas programan
a sus hijos para resignarse frente a los fracasos y dificultades. Aquí el mensaje
es hagan lo que hagan, no tienen capacidades para influir en los
acontecimientos de su vida, los éxitos son casuales y los fracasos
incontrolables
En este mismo contexto, según Ryan (2000), expresa que: este
fenómeno conductual opera cuando hay relaciones de dependencia entre las
personas, padres e hijos, profesores y alumnos. De allí que, las expectativas
se pueden considerar como una energía que se transmite por creencia en una
autoridad dándole todo el crédito con un alto porcentaje de que suceda un
hecho o acontecimiento.
Con respecto a los padres, lo operativo es tener claro, las expectativas
en lo que respecta a conducta que esperan de sus hijos y unas relaciones
familiares asertivas para unas relaciones armoniosas. Abordando las
expectativas de los padres a veces su discurso es incongruente con lo que
predican: debido a que los padres actúan de forma contradictoria. Por ejemplo,
se le dice al hijo que no consuma bebidas alcohólicas porque es mala para la
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Arbitrado
actitud emocional que vaya en contra del paradigma que ellos practican,