Revista Scientific Volumen 2 / Nº 6 - Noviembre-Enero 2017-2018 | Page 227

convirtiendo la existencia de la Sobreprotección. Sobre la base de las ideas expuestas es importante tomar en cuenta ciertos elementos como lo son: Los Miedos, que son considerados una manera de conducta en el hombre, que pueden ser transmitidos de los padres a los hijos, aunque los padres crean que no lo han manifestado abiertamente ante ellos, cundo se habla de miedos se está abordando las emociones más fuertes. Asimismo, la Agresividad, corresponde a la violencia física o verbal considerada una conducta negativa que puede marcar profundamente la vida psíquica del menor a tal punto que tendremos a futuro un adulto violento y desadaptado que no podrá vivir en pareja por la manera como fue marcado por sus padres. Con respecto al Pesimismo, los padres pesimistas programan a sus hijos para resignarse frente a los fracasos y dificultades. Aquí el mensaje es hagan lo que hagan, no tienen capacidades para influir en los acontecimientos de su vida, los éxitos son casuales y los fracasos incontrolables En este mismo contexto, según Ryan (2000), expresa que: este fenómeno conductual opera cuando hay relaciones de dependencia entre las personas, padres e hijos, profesores y alumnos. De allí que, las expectativas se pueden considerar como una energía que se transmite por creencia en una autoridad dándole todo el crédito con un alto porcentaje de que suceda un hecho o acontecimiento. Con respecto a los padres, lo operativo es tener claro, las expectativas en lo que respecta a conducta que esperan de sus hijos y unas relaciones familiares asertivas para unas relaciones armoniosas. Abordando las expectativas de los padres a veces su discurso es incongruente con lo que predican: debido a que los padres actúan de forma contradictoria. Por ejemplo, se le dice al hijo que no consuma bebidas alcohólicas porque es mala para la 226 Arbitrado actitud emocional que vaya en contra del paradigma que ellos practican,