organizativa de las instituciones y su cultura.
3.7. Las Tecnologías de la información y la comunicación operadas por
los docentes.
La “sociedad de la información” en general y las recientes tecnologías,
inciden de forma significativa en todos los niveles del mundo educativo. Las
actuales generaciones van alcanzando de manera natural esta nueva cultura
que va conformando y que conlleva muchas veces a importantes esfuerzos de
formación, adaptación y “desaprender” muchos elementos que ahora “se
realizan de otra manera” o que simplemente ya no se utilizan. Los más jóvenes
no tienen el paso experiencial de haber convivido en una sociedad “más
estática”, de manera que para este grupo la innovación y el aprendizaje a
continuado con el fin de conocer los cambios que se van presentando
continuamente (Majó, 2003: 84).
Es cierto que para favorecer el proceso que se comienza a desarrollar
desde los ambientes educativos informales (familia y ocio), la institución debe
integrar también la nueva cultura: alfabetización digital, fuente de información,
elemento productivo para realizar actividades, material didáctico e instrumento
cognitivo.
Además del uso y disfrute de los medios tecnológicos (en clase y en
casa), permitirá realizar actividades educativas dirigidas a el desarrollo
psicomotor, cognitivo, emocional y social, las actuales tecnologías también
pueden favorecer a aumentar el contacto con las familias.
3.8. Formación Permanente del Docente.
La formación permanente debe asumirse como un proceso que
promueve la reflexión colectiva sobre la acción pedagógica para enriquecerlo
y producir conocimiento didáctico, que atenúe la confrontación con otros
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Arbitrado
de aprender, los métodos que utilizan para ello, además de la estructura