enfoque privilegiado del educador frente al estudiante, donde se descubren
confusos ante los esquemas innovadores. En efecto, se proyecta el miedo a
un escenario que no puede controlar, el cual lleva a unos docentes a resistir la
integración de las TIC en las prácticas pedagógicas; en tal sentido, que los
cambios no son irreflexivos ni dependientes de manera exclusiva de la
tecnología, sino que pretenden un esfuerzo de conciliación de una
representación de labor que consiente cultivar las ventajas que ofrecen. Como
lo menciona Martínez, (2003: 78), afirma que “las TIC ayudan al desarrollo de
individuos, comunidades, regiones y países, además estas pueden mejorar los
niveles educativos e impactar favorablemente en la calidad de vida para
acceder a mejores oportunidades para los individuos, la sociedad y la
educación”.
Así también, en el entorno educativo las exigencias elementales de la
educación han ido transformándose; ya que el rápido avance tecnológico hace
necesario la incorporación del uso de la computadora, como apoyo a las
actividades propias del docente y delos mismos estudiantes. De manera que
el uso adecuado de la tecnología, el acceso a internet, el uso de medios
audiovisuales, las aplicaciones multimedia además de los juegos educativos,
pueden ser importantes para el aprendizaje.
A lo antes expuesto se describe, que el saber está propagado en la
sociedad actual, ya que las nuevas tecnologías proporcionan el acceso a un
sin número de información, que no ha de confundirse con él. Para que la
información devenga en conocimientos el individuo debe apropiársela y
reconstruir los conocimientos. Por esta razón, lo primero que debe hacerse
explícito es que la incorporación de las nuevas tecnologías en la educación no
debe eludir la noción de esfuerzo, por ello, los nuevos recursos informáticos
contribuyen al desarrollo del potencial cognitivo de los ciudadanos a través del
esfuerzo personal.
201
Arbitrado
Algunos profesores interpretan este cambio como un quebranto del