Revista Scientific Volumen 2 / Nº 6 - Noviembre-Enero 2017-2018 | Page 17

formar en los docentes del LB “José Véliz”, un proceso de enseñanza aprendizaje donde se considere el mundo que envuelve al estudiante, las emociones, experiencias de vida y la percepción que tiene el educando de la realidad educativa y de las diversas sensaciones y estímulos que recibe del entorno, entendiendo además que la formación es la preparación idónea del personal dedicado al proceso educativo, permitiéndole actualizar y ampliar los conocimientos construidos antes y durante su labor diaria.. En conformidad con lo anterior, Rogers (2002), (citado en Martínez, 2009: 38), expresa que el individuo es el único que puede conocer por completo su campo de experiencia. El autor reconoce que no siempre es fácil entender la conducta desde el marco de referencia interno de otra persona, puesto que se está limitado a la percepción consciente y comunicación de experiencias de cada individuo. No obstante, un entendimiento empático de las experiencias de una persona siempre será útil estudiarla para de esta forma comprender los procesos de personalidad. Entonces, en referencia al autor anterior, la conducta supone una satisfacción de las necesidades tal como éstas son percibidas, más que el estímulo o realidad objetiva, y dando como ejemplo el hecho de que un bebé puede ser tomado en brazos por una persona afectuosa, pero si su percepción de esta situación constituye una experiencia extraña o aterradora, es esta percepción la que influirá en su comportamiento, dicha situación puede extrapolarse al ambiente de clase en cuanto a la predisposición que puedan tener los estudiantes sobre las formas y métodos utilizados por el docente para la enseñanza de la matemática. 3.3. Teoría de las Inteligencias Múltiples La teoría de las inteligencias múltiples según Armstrong (2006: 36), proporciona una postura optimista en cuanto a las mejoras de las 16 Arbitrado Las características anteriores, constituyen el punto de partida para