implica un equilibrio dinámico entre el hombre y los recursos naturales, en
contraste con la búsqueda del crecimiento económico ilimitado. En su sentido
amplio, viene a ser gradualmente un modo de vida. Fuenmayor, (2010), señala
en su trabajo que en la III Semana Pro Conservación y Defensa de los
Recursos Naturales Renovables organizada por la Universidad de Los Andes
en junio de 1961, se presentó una ponencia sobre la enseñanza
conservacionista con los siguientes propósitos:
- Formar una conciencia nacional fundada en un profundo respeto por
toda vida útil, tendente a la necesaria protección y mejor utilización de los
recursos naturales renovables del país.
- Despertar inquietud en los problemas agrarios venezolanos y destacar
su influencia en la conservación de los recursos naturales.
- Desarrollar el espíritu de solidaridad y fomentar el sentimiento de
cooperación social en relación con los problemas del agro venezolano.
- Impartir orientación vocacional sobre los estudios de las ciencias.
- Capacitar a los educandos, de acuerdo con las características de cada
Instituto Educacional, para que puedan participar activamente en las prácticas
de conservación y recuperación de los recursos renovables.
La conservación demanda una actitud de respeto a la naturaleza y sus
recursos; un reconocimiento de su valor y del valor de su uso apropiado y
previsor. El agricultor debe sentirse obligado a dejar el suelo que lo ha
sostenido en tan buenas o mejores condiciones que como lo encontró.
El público en general, al igual que los técnicos y especialistas debe
aceptar que los bosques aptos para la explotación forestal, han de ser
utilizados en base a la producción permanente (rendimiento sostenido); así
como el ganadero debe sentirse moralmente comprometido para mantener y
mejorar la calidad de los pastizales.
142
Arbitrado
para la humanidad. Es la condición necesaria para que ésta pueda sobrevivir;