En relación con las normas elementales de la enseñanza de la
Conservación, Según Rodríguez (2013b), plantea que son las siguientes:
Primordial responsabilidad de la Enseñanza de la Conservación de la
naturaleza y de los recursos naturales, es la de infundir a los educandos la
comprensión de las leyes fundamentales de la correlación en la naturaleza, de
su equilibrio ecológico, lo cual debe determinar la actitud humana para con el
medio ambiente que lo rodea. No tratar los componentes o recursos de la
naturaleza, como segmentos aislados sino como partes de un solo sistema
unitario. Cuidar que el énfasis en las cosas materiales no oscurezca los
superiores valores espirituales de la conservación.
Asimismo, Rodríguez sostiene: hay que tener presente que, aunque las
ciencias naturales aportan los conocimientos básicos, los objetivos de la
conservación son sociales, humanos; No confundir los medios con los fines.
La enseñanza de la conservación se guía hacia la conservación de personas
y mentalidades, y no hacia la conservación directa de los recursos. No hay que
perseguir un proyecto de conservación por el proyecto mismo, desatendiendo
sus consecuencias educacionales. Más importantes que los hechos y las
cifras, son los conceptos y las actitudes; los primeros cambian, los últimos
deben permanecer firmes, el saber y la cultura comienzan con la comprensión.
2.4. El manejo de Desechos Sólidos
Tomando en consideración las ideas de Rodríguez (2013c), el manejo
de desechos sólidos, es la gestión de los residuos, la recogida, el transporte,
tratamiento, reciclado y eliminación de los materiales de desecho. El término
generalmente se refiere, “a los materiales producidos por la actividad humana,
y, en general, para reducir sus efectos sobre la salud y el medio ambiente”
(pág. 28), es decir, que la gestión de los desechos es también llevada a cabo
para recuperar los propios recursos de dichos residuos. La gestión de los
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Arbitrado
2.3. Normas Elementales de la Enseñanza de la Conservación