Revista Scientific Volumen 2 / Nº 6 - Noviembre-Enero 2017-2018 | Page 138

toma de conciencia para la preservación y cuido de los cauces naturales del planeta que garanticen la vida de las diferentes especies. Desde esta perspectiva, la conservación de los recursos naturales es importante para ser considerada iniciativa de desarrollo sostenible, puesto que, el manejo y conservación del agua es de especial importancia, dado que se ha evidenciado una creciente carencia de agua para propósitos de consumo humano e irrigación, atribuyéndosele a la deforestación continua y la contaminación de las cuencas hidrográficas que almacenan y producen agua en las tierras altas, notándose que los efectos nocivos de la contaminación son a causa de todos aquellos agentes externos residuales dejados en las riberas de los mismos. En este sentido, Rodríguez (2013a), dice: En los alrededores de las cuencas hidrográficas se observa incremento de la población en sus riberas, el creciente grado de industrialización, y de acuerdo con estudios realizados, se ha evaluado el grado de contaminación por materiales no degradables que terminan en los ríos y causan un daño ecológico casi irreversible, pues se ha de tardar muchos años en volver a tomar la normalidad. (pág. 25). Cabe destacar, que Venezuela posee una particularidad común a la mayoría de los países tropicales, y es la gran cantidad de ríos que se encuentran sobre su territorio, con zonas montañosas en sus alrededores lo que hace que el potencial erosivo sea menor, además favorece la retención de agua durante mucho tiempo, impidiendo que en temporadas de sequía este se disipe, y a través del tiempo desaparezca, pues, es un recurso natural valiosísimo del cual se extrae gran variedad de aportes a la economía, a la sociedad y a la cultura en general, dado que, es una importante fuente de agua para las industrias agrícolas y ganaderas, especialmente en los estados Portuguesa, Apure, Barinas y Guárico, además de ser de gran utilidad en las distintas actividades domésticas. 137 Arbitrado por el calentamiento global.” (pág. 81). De allí, el llamado impostergable a la