Es decir, que muy a pesar de los procedimientos que se ponen en
práctica para la transformación de desechos domésticos, no son suficientes
para satisfacer la demanda por la gran cantidad de desechos que emergen de
los hogares, de acuerdo a lo expuesto por el autor aún y cuando en los países
desarrollados utilizan grandes tecnologías para ello se hacen insuficientes, sin
embargo, en Venezuela por lo que se puede observar no se cuenta con tales
procedimientos y por ende los focos de contaminación son evidentes.
Es decir, que el venezolano no analiza su conducta en lo que respecta
con el estado ambiental, por lo que se deduce que sólo destaca importante los
problemas que afectan su entorno inmediato, como es el humo y la basura, ya
que los mismos son más tangibles para su efecto visual debido que los asocian
a un servicio público como es el aseo urbano, sin hacer ninguna actividad
adicional en el caso de no contar con tal servicio.
En tal sentido, Adán, citado en Temas Ambientales.com (2017),
manifiesta que, “en Venezuela se estima que, en promedio, cada persona
produce 850 g de basura por día. Si se agregan los residuos de comercios,
hospitales y servicios, la cantidad aumenta en 25-50%, y alcanza hasta 1,2 kg
por persona/día.” (pág. s/n). Por lo antes expuesto, y si se toman en cuenta
los datos del Instituto Nacional de Estadística, donde se reflejó una población
total de 28.946.101 personas en el Censo de 2011 y se proyectó que para el
2015 la población alcanzaría 30.620.404 personas, sino se toman las medidas
adecuadas contra el control de desechos orgánicos e inorgánicos, el territorio
nacional prácticamente se inundará de basura.
Es importante resaltar que la parroquia Ciudad Bolivia del municipio
Pedraza no está exenta de la grave contaminación ambiental en la cual está
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Arbitrado
desperdicio se generalice bajo el auspicio de frases tales como
“Úselo y tírelo”, provocando de esta manera, desmesurada
cantidades de residuos contaminantes (pág. 2).