y hacen diferentes a los ciudadanos de un país y que pueden ayudar a
satisfacer los deseos naturales de desarrollo de los pueblos
Para Gruzinski (2000, pág. 52) citado por Monsalve (2012). La identidad
es lo que “asigna a cada ser o a cada grupo humano unas características y
unas aspiraciones que también están determinadas y que, supuestamente, se
basan en un sustrato cultural estable”, la materialización de esta
conceptualización es lo que ha venido ocupando la labor de muchos hombres
y gobiernos y que hoy la encontramos dentro de la legislación de nuestro país,
entre los derechos culturales y educativos que el estado está obligado a
garantizar y la escuela a promover; para Ibídem (2012:22) la identidad es “el
sentimiento que se va construyendo desde la escuela, de valoración y afecto
a nuestro entorno social, es el que nos define y diferencia categóricamente de
otros pueblos”.
Concientes de esta situación de ayer y hoy, es necesario activar
estrategias que puedan coadyuvar al control de la misma y al fortalecimiento
de nuestros valores y cultura, potenciando el sentimiento nacionalista para
recibir con madurez identitaria y amor patrio manifestaciones culturales de
otras latitudes, destacando que la escuela juega un papel determinante en esta
labor.
Ibídem (2012: 23) plantea que “para lograr generar una
identidad regional, estamos llamados a hacerlo desde la
escuela y desde los medios de comunicación masivos, en
especial desde las TIC, que forman parte del quehacer
cotidiano de los ciudadanos de todos los grupos etéreos”
Entendiendo la identidad regional como el “conjunto de símbolos,
formas artísticas, costumbres, imaginario colectivo y tradiciones que otorgan
distinción a los ciudadanos de cada región”, es determinante formar una sólida
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Artículo
referidos al conjunto de elementos antropológicos y culturales que caracterizan