Revista Scientific Volumen 2 / Nº 3 - Febrero-Abril 2017 | Page 368

desde abajo, desde la profundidad de sus raíces. En función de facilitar el conocimiento, se tratan algunos conceptos sobre moral y ética, aclarando que muchos autores no les definen separadamente. Por tal razón, tanto la moral como la ética, son disciplinas normativas que buscan el buen personal y colectivo, los principios son los objetivos de las mismas. La ética es una disciplina normativa que tiene su soporte en la razón, y depende de la filosofía. La ética parte de la filosofía que estudia el obrar del ser humano en cuanto a fines que determinan ese actuar en rectitud. La noción fundamental de la ética, es el bien y la bondad como fin y cualidad del ser humano. La concepción que se posea de ese ser humano o el fin último pretendido, determinará los distintos sistemas de ética. Hay quien interpreta la ética como costumbre, comportamiento, principios y pautas de conducta humana, así como el estudio de esos principios. Es una ciencia normativa que establece reglas y regula por ese medio las actividades humanas. Por su parte la moral, se concibe como la ciencia que enseña las reglas que se deben seguir para practicar el bien y evitar el mal, propuesto por una determinada doctrina, así como un conjunto de dificultades del espíritu, según lo establece el diccionario. La práctica de la moral será, entonces, vivir los valores desde la concepción más sublime del ser humano. No puede ser, algo que está simplemente bajo la jurisdicción de los sentidos, tampoco es relativo al orden jurídico, sino que pertenece al fuero interno del ser humano. La moral considera la felicidad, como el fin último del hombre, es decir la moral del bien, y el hombre debe entender que ese desenlace ha de ser la virtud, es decir, la moral del deber. De acuerdo con la teoría, la moral mira el comportamiento de los hombres en función de su relación con otros hombres, se invita a la reflexión del bien, el placer, la felicidad, como un camino para llegar a ser correctos y felices. 367 Arbitrado indispensables. No se hace crecer un árbol tirando de las hojas: el árbol crece