Tal como se explicó con anterioridad, el Aprendizaje Servicio es un
enfoque metodológico con fundamentos axiológicos, pues concibe al
prestador como un sujeto que se puede integrar al entorno durante el ejercicio
educativo del que toma parte, articulando y orientando el proceso de
transformación de la realidad de las comunidades. Al mismo tiempo, tal
proceso se puede caracterizar como dialéctico en virtud de la confrontación de
los conceptos y teorías que sustentan su formación académica con los
elementos objetivos y subjetivos típicos de la realidad, y, en otra medida, la
cualidad dialéctica se expresa en tanto se va dando la transformación del
sujeto o sujetos participantes, así como también de los espacios en donde el
enfoque se concretiza.
Rifkin analizó el impacto del Aprendizaje Servicio en los retos del nuevo
milenio, y lo ha definido como:
Un antídoto esencial para el mundo crecientemente aislado de la
realidad virtual y simulada que los niños experimentan en clase y en sus
hogares, frente al televisor o la computadora. Darles a los jóvenes una
oportunidad para una participación más profunda en la comunidad los ayuda
a desarrollar el sentido de la responsabilidad, solvencia personal, alienta la
autoestima y el liderazgo, sobre todo, permite que crezcan y florezcan el
sentido de creatividad, iniciativa y empatía, (Rifkin, 1996).
2.4. Principios del Aprendizaje Servicio.
Siendo el aprendizaje en servicio un enfoque metodológico, busca
transformar positivamente una realidad social a partir de un acto simultáneo
de reconocimiento multilateral de actores participantes, toda la experiencia
tendrá como fundamentos los siguientes principios: alteridad, solidaridad,
responsabilidad
social,
igualdad,
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cooperación,
corresponsabilidad,
Arbitrado
2.3. Aprendizaje Servicio.