considerada:
Experiencia social a través de la cual el niño se conoce,
enriquece sus relaciones y adquiere conocimientos, y debe
iniciarse antes de la edad escolar obligatoria, según diferentes
formas en función de la situación, pero las familias y las
comunidades locales deben involucrarse (pág. 13).
Se resalta entonces que la enseñanza debe empezar desde el hogar,
siendo la familia el primer escenario de socialización. La atención no
convencional ofrece la posibilidad de atender al niño o la niña en su hogar,
acompañado de su grupo familiar, esta incorporación permite la consolidación
de la triada (familia, escuela y comunidad), así como la orientación a las
madres en gestación.
Continuando con este modelo, se propone la revisión curricular y en el
2005 se oficializa un nuevo currículo centrado en corrientes constructivistas,
cambiando las áreas de desarrollo por áreas de aprendizaje; la globalización
de los aprendizajes; y la reducción de áreas de trabajo caracterizan este
modelo;
la educación inicial vive un momento de
transformación, y los
problemas aún persisten, la escasa atención a los niños y niñas de 0 a 3 años,
la poca asignación de recursos financieros y, aunado a esto, el déficit de
infraestructuras adecuadas para la atención de los pequeños.
Por otra parte, con la inclusión de los llamados Simoncitos, guiados
hasta el 2010 por el Servicio de Protección la Familia y la Infancia (SENIFA),
se incorpora matricula a los centros escolares, sobre todo en edad maternal,
pues le corresponde al centro de educación, más cercano al simoncito, brindar
las orientaciones pedagógicas y administrativas que le permitan un cambio de
paradigma en su forma tradicional de funcionar. Con el seguimiento y control
a los simoncitos se unifica la atención a la primera infancia en Venezuela,
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Arbitrado
argumento anterior Delors (1996), manifiesta que la educación debe ser