donde se hace mención a su obra, impulsador, creador, director y
administrador del primer asilo caraqueño es el máximo representante de los
primeros acercamientos a la atención infantil en Venezuela.
Esto sucedió un 24 de julio de 1878 se inaugura el primer orfelinato
venezolano en la parroquia La Pastora ubicado en la casa N° 58 entre las
esquinas de Portillo a Terrero, la inauguración coincide con la fecha de
celebración del natalicio de Simón Bolívar y día de San Vicente Paul, el asilo
albergaba a niños desamparados y abandonados de ambos sexos en edades
comprendidas entre los 3 y 7 años, los varones permanecían hasta los 14 o
15 años y las niñas indefinidamente. Estas instituciones consideradas de tipo
caritativo les enseñaban a los niños religión, lectura, escritura y algunas
manualidades, cuya tutela estaba a cargo de religiosas (Bravo y Uzcategui:
2013).
Antes de este hecho según refiere el Primer Congreso Pedagógico
Venezolano, se estriba que entre las actividades del Congreso se destaca la
consideración del tema "Escuelas Infantiles" para ello se presentaron dos
trabajos, uno del ponente oficial Miguel Arroyo y otro de Julio Castro. Este
último fue enviado en 1874 junto con Mariano Blanco a los Estados Unidos por
el Presidente Guzmán Blanco a instruirse en pedagogía por dos años (Luque
2011: pág. 25), ideas que luego implantaría en Venezuela. A mi juicio Julio
Castro impulso el realismo pedagogía infantil en Venezuela.
2.2. De los asilos a la Educación Inicial
Tomando en consideración que el estudio de la historia requiere una
profunda revisión bibliográfica me remito a la Memoria Educativa Venezolana,
en su tomo III, describe algunos pasos llevados a cabo para la
institucionalización de la educación preescolar., entre los cuales se destacan:
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Arbitrado
prójimo, esta insigne figura educativa debe ser rescata de los libros y textos