privilegiadas para atender la vulnerabilidad infantil: por un lado, se origina la
pediatría de la mano del Dr. José Manuel de los Ríos y se inicia la gestación
de la atención infantil hoy educación inicial.
Tras el fin de la Guerra Federal (1863) la devastadora lucha deja un
país empobrecido, atrasado en todos los órdenes de la vida nacional, además
de la pérdida de innumerables vidas humanas, sin darle la importancia que
merecía la educación para esta época. Siguiendo el planteamiento de
Fernández (1998) el cual expone: “No se puede esconder que la
administración política que asume el gobierno de la República a partir del 27
de abril de 1870 encuentra en gran descuido el sector de la educación pública
y ésta yacía en estado de postración” (pág. 9).
La reconstrucción del Estado Venezolano; y las ideas del pensamiento
ilustrado acompañan al ideario del liberalismo venezolano que pone énfasis
en reafirmar la autoridad política del poder civil frente a la Iglesia Católica. La
educación cobra fuerza con el decreto del 27 de junio de 1870 sobre la
extensión y gratuidad de la instrucción primaria, resolviéndose con esta
decisión el problema que durante cuarenta años mantuvo estrangulada e
impidió la marcha regular de la primera instrucción. Esta iniciativa, se debe
reconocer a Antonio Leocadio Guzmán.
Hacia el año 1878, se consolida la fundación del asilo de huérfanos de
Caracas, sin embargo no fue sino después del terremoto de Cua que se
cristalizo el sueño del Licenciado Agustín Aveledo. Emprendedor de esta
maravillosa idea, conto con el apoyo de Eduardo Calcaño y promovió por si
solo esta obra, pues su idea no fue bien acogida en la sociedad caraqueña, se
le atribuyen a Aveledo calificativos como “maestro, prócer de la paz, profesor
de la caridad, insigne educador” (Aveledo 2001, pág. 4) entre otros.
Hombre sencillo y modesto, de corazón amplio, conocido por sus
maravillosos aportes a la educación venezolana y trabajo en beneficio del
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Arbitrado
para el cuidado y atención infantil sentó los cimientos de dos áreas