Revista Scientific Volumen 1 / Nº 2 - Noviembre-Enero 2016-2017 | Page 204

el presente artículo aborda el tema del gerente del siglo XXI ante los retos que supone el pensamiento estratégico como factor clave en el desempeño organizacional. Asimismo, las tareas de crear, implantar y ejecutar las estrategias de la organización constituyen el corazón y el alma de la administración de cualquier organización del mercado. La estrategia de una empresa es el “plan de acción” que tiene la gerencia para posicionar la empresa en la arena de su mercado, conducir sus operaciones, competir con éxito, atraer y satisfacer los clientes, como herramienta de idoneidad. En este sentido, el éxito que puede tener la organización al alcanzar sus objetivos y también al satisfacer sus obligaciones sociales depende en gran medida, del desempeño gerencial de la organización. Esta afirmación, de que la gerencia es responsable del éxito o no de una empresa nos indica, por qué es necesaria la gerencia sin embargo, no nos muestra cuando ella es requerida, y la exigencia sucede siempre que haya un grupo de individuos con objetivos determinados. Entretanto, las personas que asumen el desempeño gerencial de una organización se llaman "gerentes", y son los responsables de dirigir las actividades que ayudan a las organizaciones para alcanzar sus metas. Esta situación evidencia que, la base fundamental de un buen gerente abocado a las exigencias del siglo XXI, es la medida del poder y la actividad que éste tenga para lograr las metas de la organización. Es saber reducir al mínimo los recursos usados, para alcanzar los objetivos de la organización (hacer las cosas bien) y la capacidad para determinar los objetivos apropiados (hacer lo que se debe hacer). Cabe decir, que ningún grado de eficiencia puede compensar la falta de eficacia, de manera tal que, un gerente ineficaz no puede alcanzar las metas de la organización, la eficacia es la clave del éxito de las organizaciones. Pero 203 Arbitrado comprensión de lo nuevo, la necesidad de cambio hacia lo mejor, de ahí que