Revista Scientific Volumen 1 / Nº 2 - Noviembre-Enero 2016-2017 | Page 172

orienta a forjar el respeto mutuo, poner en la balanza de la historia los valores éticos y ecológicamente compatibles y que históricamente, nos han dejado como herencia a través de una riqueza extraordinaria de elementos que aún persisten y que vale la pena mantener en el devenir de los tiempos. Ahora bien, la interculturalidad en educación se considera como un modelo educativo en construcción, con demanda de una práctica pedagógica basada en el reconocimiento de la diversidad cultural de los pueblos, con participación, interacción y respeto, reconociendo y partiendo del contexto donde se origina. Para Aguado (2005:52): la interculturalidad como paradigma educativo ha venido desarrollándose casi exclusivamente en la última década y ha estado íntimamente relacionado con el desarrollo de la competencia lingüística, de la capacidad multilingüe, la lucha contra el racismo y la xenofobia y; el desarrollo de la educación intercultural, empezando por la búsqueda y construcción de un nuevo concepto de cultura. Al respecto, Dietz y Mateos (2008:33), señalan que “la incapacidad manifiesta de las sociedades mayoritarias de hacer frente a heterogeneidad, impiden la consolidación de educación intercultural”. Partiendo de estas consideraciones, la educación intercultural percibe ofrecer a todos los individuos las mismas oportunidades a través de disposiciones universales que se espera beneficien a los más necesitados. Desde este punto de vista, la educación intercultural se comienza a utilizar en el discurso político y es por ello que la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU), en 1985 declara el “Año Internacional de la Juventud” en ocasión de dirigir la atención hacia tres temas vinculados con la interculturalidad: la participación, el desarrollo y la paz. 171 Arbitrado Bajo esta reflexión, se percibe la interculturalidad como el medio que