No es fácil intentar reflexionar sobre un tema tan polémico pero
interesante referido a la comparación de los rasgos convergentes y
divergentes entre las escuelas convencionales y las escuelas bolivarianas de
Venezuela, sobre todo cuando se pretende encontrar alternativas y
herramientas que permitan equilibrar el justo medio en el proceso enseñanza-
aprendizaje. En los últimos quince años, el sistema educativo venezolano ha
realizado transformaciones curriculares en sus las líneas de acción,
entendiéndose que la educación ostenta un papel preponderante en la
formación integral del individuo y desarrollo del país que se quiere configurar.
Fue así que surgió una propuesta educativa y proyecto bandera presidencial,
denominado escuelas bolivarianas, para atender a los estudiantes de manera
integrada.
Ahora bien, se ha detectado que este proyecto resulta divorciado de la
realidad de muchas escuelas las cuales en el entorno de su proceso
enseñanza- aprendizaje se denominan convencionales, y debido a las
múltiples situaciones y condiciones de infraestructura, funcionan con unas
determinadas características tales como: están distribuidas en una sola
jornada de 5 horas diarias y 25 horas semanales. En éstas, el proceso
enseñanza aprendizaje gira en forma interdisciplinaria en distintas áreas del
currículo, en un contexto curricular de forma no integral. Por otro lado,
encontramos
que
existen
otras
instituciones
denominadas
escuelas
bolivarianas, que para cumplir con el objetivo del proyecto, debe tener dos
jornadas de trabajo (Diseño Curricular Bolivariano, 2007) y funcionan, en una
jornada de 8 horas diarias y 40 semanales, donde el estudiante desayuna,
almuerza y merienda; pero además, realiza actividades académicas y
complementarias de diversas índole.
Considerando, entonces, que ambos modelos de escuela obedecen al
Diseño Curricular Bolivariano (2007), ofrecen el mismo contenido curricular,
9
Arbitrado
1. Introducción