Revista Scientific Volumen 1 / Nº 1 - Agosto-Octubre 2016 | Page 31

César Orlando Becerra Ramírez. Liderazgo Del Directivo Para Mejorar Relaciones Interpersonales En Personal De Organizaciones Educativas. referencia Ribeiro (2003), cuando señala, “La comunicación es la más básica y vital de todas las necesidades, después de la supervivencia física” (pág. 11). En este sentido, las organizaciones tienen que asegurar una comunicación efectiva, consciente e intencionada, a fin de lograr entre sus miembros respuestas satisfactorias, tomando en cuenta que el ser humano experimenta muchas emociones, las cuales se manifiestan en mayor cantidad en su rostro. 2.3.3. Liderazgo. El liderazgo es uno de los procesos de mayor importancia en la vida de cualquier grupo humano; ejerce gran influencia sobre las actividades que realizan los individuos, de manera de lograr objetivos en determinadas situaciones. El liderazgo es de carácter situacional. Al respecto, Robbins, (2004), establece “es la habilidad para influir en un grupo y lograr la realización de metas” (pág. 413). De acuerdo a esta definición, el liderazgo tolera básicamente el intento de influir en la conducta de las demás personas, siempre con la finalidad de dirigir dicho comportamiento al alcance de las metas y el proceso de dirección, éste se lleva a cabo a través de la comunicación. El liderazgo traslada al grupo hacia sus objetivos, dependiendo de un momento o situación determinada de la misma historia del grupo. 3. Metodología Los aspectos metodológicos, forman parte del paisaje en el recorrido de la investigación, tomando en cuenta el proceso de la indagación para obtener información relevante, fidedigna e imparcial, para extender, verificar, corregir o aplicar el conocimiento, es decir, consiste en la búsqueda de la verdad: es decir acerca de la realidad que se pretende conocer o de aquello que significa descubrir o descorrer el manto de algo a investigar. En orden a estas premisas, el estudio se corresponde con una investigación de tipo documental, según Ortiz y García, (2002), “la 30