En la Península Ibérica, salvo la
excepción del euskera, caso peculiar en el
universo idiomático, se puede ver como de
la raíz común del latín, nacieron idiomas con
características propias como el catalán,
el gallego y el castellano, ¿heredero del
bable? Todos tienen algunos términos de
origen árabe, gaélico, bretón, francés o
italiano, entre otros aportes. Así mismo,
ha sucedido en la cocina, donde sucesivas
fusiones focalizadas de peculiar manera
en las distintas regiones han producido
cocinas nacionales con características bien
definidas. Corresponde a los cocineros saber
interpretar el conjunto de fórmulas culinarias
que conforman el patrimonio cultural de cada
www.revistasapo.com
país, actualizarlas respetando sus señas de
identidad, mantenerlas vivas no solo en la
memoria, sino en las ollas y sartenes, en las
mesas y el paladar de los comensales.
Personalmente sostengo que una receta
de cocina requiere la misma sensibilidad
necesaria para leer una partitura musical
o un poema. Por ello, ante la misma receta,
distintos cocineros elaboran el plato con
sutiles o profundas diferencias, tal ocurre
con distintos directores de orquesta ante
la misma obra. Un caso paradigmático
e interesante es el famoso gazpacho
andaluz, uno de los platos emblemáticos
y más conocidos internacionalmente de la
gastronomía española.
54