El enólogo es Cristóbal Undurraga, quien
lleva en la sangre la esencia del vino, al
pertenecer a una de las familias con más
tradición vitivinícola en Chile, pero que
desde 2006 parte con este proyecto en
una tierra privilegiada en Los Lingues
que da vida a Koyle. Por supuesto,
en comparación con las dos viñas
anteriores, es grande, la producción
es de 400.000 botellas, aunque ahí lo
que menos importa es la cantidad, la
“PRENSA EN LUGAREJO”
búsqueda es crecer en calidad y año tras
año se nota.
En Koyle hay enólogos extranjeros
haciendo su práctica, viven todos en una
casita cercana a la viña. Tienen otras
experiencias y sin duda son un aporte.
Se asigna al chico argentino que me
tenga a su cargo durante la jornada, él
ya ha hecho vendimias en otras partes
del mundo y está muy a gusto en este
lugar, con la forma en que se vive el día a
día y la calidad de los vinos. En principio,
no le parece que haya ido a ensuciarme,
pero le cuento que la primera vez que
fui a una vendimia aprendí que la ropa
es prácticamente desechable si no
tienes un overol, así es que preparada
como estaba, hago algunos pisoneos,
todos tienen distintos tratamientos,
obviamente hay que meter los pies
también!
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