ESTADOS UNIDOS
También el parque es propenso a los
grandes incendios, este fuego crea, a su vez,
una ponderación con la naturaleza. Yosemite
es uno de los hábitats más grandes del
planeta que todavía sostiene su equilibrio
original con vida salvaje. La diversidad de
plantas y animales que posee nos muestran
esa riqueza de la vida, tal vez las secoyas
gigantes sean una expresión total de esta
relación. Estos árboles, por impresionante
que parezca, comen fuego para reproducirse,
son unos de los seres vivos de mayor tamaño
en el planeta. Algunos secoyas tienen en
su memoria la era glacial y algún recuerdo
prehistórico de algún andante del planeta.
Son árboles de crecimiento lento y llegan
a vivir más de tres mil años. Estos gigantes
germinan de una semilla diminuta, como un
grano de arena, y con el paso del tiempo llegan
a tener una altura de un edificio de 42 pisos
o tan grandes como un avión trasatlántico.
Cuando alguien toca uno de estos árboles
debe sentir la vida en toda su generosidad.
Por eso, estos árboles tiene una relación
esencial entre los elementos primordiales
de la vida: agua, luz, tierra, viento y fuego.
Sus troncos llegan a ser tan anchos que se
necesitan veinte hombres para abrazarlos.
Además, poseen una altura impresionante,
que todo ser humano que se toma una foto
a su lado se puede apreciar como un punto
diminuto en la raíz del árbol.
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