Mirar el rojo atardecer de la
ciudad a orillas del Bósforo
es simplemente maravilloso.
Compren un chai y vean como
el arrebol se toma todos los
rincones del paisaje.
El Gran Bazar. Ubicado en la parte
antigua de la ciudad, este mercado
cuenta con más de cuatro mil puestos
de ventas de artículos que van desde
especias y dulces árabes, hasta telas,
muebles y por supuesto, imitaciones.
Abierto desde 1453, ha sido un punto
clave para la actividad económica de la
ciudad.
Ojo, a la hora de comprar, hay que tener
en cuenta que este lugar es bastante
más caro que el resto del comercio en
Estambul y que el regateo es la tónica.
Es un lugar pintoresco para visitar, pero
no para comprar.
En sus cercanías –y con precios más
razonables- se encuentra el Mercado
de las Especias, un festival multicolor
de aromas y sabores.
www.revistasapo.com
26