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Ponga en la superficie del hoyo el huevo, sal y pimienta. Mezcle con la ayuda de los dedos hasta formar una masa firme. Amase por 5 minutos y cubra con un paño de cocina. Tome un trozo de masa y enróllelo hacia delante y atrás mientras aplica presión hacia abajo formando tiras cilindradas del grosor del dedo índice y espolvoree con harina. Corte los Gnocchis artesanalmente, si quiere puede darles forma con un tenedor. Hierva los Gnocchis de a poco en abundante agua con sal. Cuando floten, esto significará que están listos. En un sartén con un poco de mantequilla y aceite con ajo, saltéelos dorándolos por ambos lados. Con la ayuda de la salsa del ossobucco los seguiremos salteando para que nos queden crocantes y suaves, impregnados con este exquisito jugo de ossobucco. OSSOBUCCO BRASEADO AL POMODORO Montaje. En un plato fondo, ponga un cucharón grande de Gnocchis, dejándolos caer suavemente y luego ponga, con la ayuda de una espátula, al rey de la fiesta: los ossobuccos tiernos con su oro interior. Luego, deje caer la salsa de su propia reducción con tomates, verduras y todos esos sabores. No puede faltar un toque de perejil y albahaca fresca. Listo! Ahora a disfrutar uno de los mejores platos mundiales hecho por usted mismo. Pedro Salazar, Chef. 24