VOLVER A LA COCINA
Más preocupados por los tuits que por las necesidades de la gente, más pendientes de sus asesores de imagen, que del cariño de sus votantes. Perdiendo el tiempo con la cortesana de turno, de copas en cuanto canal de televisión los convoca, ajenos a su verdadera función y compromiso adquirido. Tránsfugas, corruptos, entupidos. Alcahuetes vendidos al mejor postor. Siguiendo con las analogías, pueden advertir que algunos cocineros bonitos, delgados, sin la barriga quemada en los fogones,“ recitan”, como escolares de primeras letras, la receta del día sin dar mayores explicaciones, incorporan ingredientes sin ton ni son, solo miran a cámara con sonrisas estudiadas, la cocina bien gracias. Y no es difícil darse cuenta cuando ciertos políticos también recitan eslóganes escritos por otros, hasta el cansancio, evitan abundar sobre cuestiones ríspidas o polémicas, nunca desarrollan proyectos concretos; se limitan a participar de shows, realitys, pasos de comedia con el cómico de turno, o a fingir pasión delante de cámara con su siempre flamante( gracias a la ultima visita al quirófano del cirujano plástico) esposa, novia o amante. Los cocineros y políticos que mencionamos( que obviamente, y por suerte, no son todos) solo están preocupados por el rating o las encuestas, no por el bienestar de sus comensales o ciudadanos que los votaron encandilados por tanta luz de neón. Vamos, ya es tiempo de separar la paja del trigo. Los periodistas y comunicadores tienen, tenemos, cuota de responsabilidad en este desaguisado presente, por no desenmascarar tanta falsedad, no llamar al pan, pan, y al vino, vino.
Tener miedo a meterse en un berenjenal, y salir dañado, arañado, marcado, señalados por el dedo acusador de los que tienen la sartén por el mango, y cortan el bacalao. Una tontería. Al fin, como apunta la copla de nuestros hermanos leoneses:“ El pimiento ha de ser verde / los tomates colorados / la berenjena espinosa / y los amores callados”. Si, como hacen los agricultores, entramos al berenjenal protegidos por la verdad, seguramente podremos disfrutar, y compartir un buen platillo recitando los famosos versos de Baltasar de Alcázar:“ Tres cosas me tienen preso / de amores el corazón, / la bella Inés, el jamón / y berenjenas con queso”.
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