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RIESGOS Y PELIGROS EN LOS PRODUCTOS LÁCTEOS (YOGURT) Son diversos los agentes patógenos para el ser humano que pueden encontrarse en la leche o en los productos lácteos, tanto químicos como biológicos. Como en la mayoría de los alimentos, los más frecuentes son los agentes biológicos, bacterias principalmente, aunque también existe la posibilidad de encontrar virus o parásitos. Se considera que la aplicación de tratamientos térmicos, como la pasteurización, suele ser una forma eficaz de control de estos peligros cuando provienen de la leche empleada como materia prima. No obstante, unas malas prácticas de fabricación, principalmente en productos cuyo proceso de elaboración incluye etapas de manipulación o de procesado posteriores al tratamiento térmico pueden facilitar una contaminación cruzada o la incorporación de patógenos de origen ambiental. Actualmente se está estudiando la aplicación de nuevas tecnologías, como la alta presión isostática, que ya se aplican comercialmente en nuestro país en productos cárnicos, y que supondrían la introducción de un nuevo mecanismo de control que podría ser aplicado al final del proceso de elaboración, reduciendo considerablemente el riesgo de la presencia de agentes patógenos biológicos. MÉTODOS DE CONSERVACIÓN DE LA MATERIA PRIMA Los principales puntos de control en la elaboración de productos lácteos son los relativos a la revisión inicial de las materias primas (la leche) y los tratamientos térmicos a los que la leche puede ser sometida. La primera etapa es común en todos los productos lácteos, mientras que la segunda no se aplica necesariamente en determinadas variedades de queso. El control de las materias primas es fundamental para eliminar los peligros químicos, como la presencia de antibióticos o de micotoxinas, cuya eliminación no puede ser garantizada por ninguna etapa posterior del proceso al ser en general sustancias resistentes a las altas temperaturas. Pero esta etapa, a su vez, también es muy importante para garantizar la eficacia de los tratamientos térmicos posteriores frente a los peligros biológicos, ya que ésta depende en gran parte de la carga inicial y del tipo de microbiota presente en la leche. 6