-Envases activos
Estos envases proporcionan
un
ambiente interno modificado que
protege el alimento contra cualquier
efecto no deseado que afecte la
calidad o seguridad. Este tipo de
envases interactúan con su contenido
para
aumentar
el
tiempo
de
conservación o mantener la calidad
durante el almacenamiento.
-Películas biodegradables. Ofrecen
una barrera entre el alimento y su
entorno y crea una protección contra
los efectos no deseados como
microorganismos. Este tipo de películas
tienen
capacidad
para
descomponerse a través de la acción
de los organismos vivos, y se perciben
como más respetuosos con el medio
ambiente.
-Plasma frío. Mediante esta tecnología
se consigue eliminar patógenos del aire
y de las superficies en contacto con los
alimentos. De creciente interés para su
incorporación en las líneas de
procesado.
-Recubrimientos
comestibles.
Se
aplican
a
muchos
productos
alimenticios
para
controlar
la
transferencia de humedad para
mejorar la seguridad y preservar la
calidad nutricional y sensorial. También
se usan para mejorar el aspecto, olor y
sabor y vida útil. Una de las principales
particularidades es que son aptos para
el consumo.
-Irradiación a través de haz electrones.
Es una forma de energía ionizante de
baja intensidad útil sobre todo en
productos envasados.
-Homogeneización de alta presión. A
través de este proceso mecánico se
somete un producto líquido a alta
presión.
-Alta presión. Las altas presiones se usan
con otras técnicas para lograr la
desinfección
y
conservación
de
alimentos con un procesado mínimo
que no afecta al contenido nutricional.
La combinación de las altas presiones
con otro tratamiento térmico permite
que la temperatura aplicada sea
menor.
-Presión hidrodinámica. Este proceso
suele utilizarse para ablandar la carne
tras el sacrificio. Consiste en aplicar
ondas de presión a través de la
conversión de energía eléctrica en
mecánica.
-Envases inteligentes. Una serie de
sensores proporcionan información
sobre el estado de un alimento o sobre
las condiciones en las que se ha
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