*REPLAY*
INVESTIGA
---------
EL DUEÑO DE LA SORTIJA
Fue la primera fascinación de muchos. Su ubicación sobre la Av. 3 de Villa Gesell
la volvió letal. Charlamos con Humberto Cabutti, dueño de La Calesita.
▶
L
Por juan ignacio papaleo
amentablemente esta nota no
incluyó un fin de semana de playa y
sol. Ni de levantarnos ansiosos por
ir a envolvernos en el agua salada
con nuestra tabla de telgopor para luego
almorzar un sándwich de milanesa con un
toque de arena bajo la sombrilla. O tomar
una siesta babeándonos con la arena pega-
da a la cara como corresponde y así estar
preparados para los mates con churros
de El Topo. Y luego, entrada la nocheci-
ta, pegarnos una ducha para agarrar el
bucito y salir a caminar por la 3 en busca
de esas fascinantes luces que nos avisan
que todavía hay mucha más diversión a
la vista. No, lamentablemente no fue así,
amigos. El encuentro con el creador de La
Calesita fue en Remedios de Escalada, en
medio de talleres y calles con pozos dignos
de una zona de guerra. No todo es como lo
imaginamos.
Igualmente, cabe destacar que el Sr.
Humberto nos convidó un budín casero
14 ▪ revistareplay.com.ar
_SR. CABUTTI.
Medio año en Escalada,
medio año en la Villa.
con una buena taza de café y estuvo más
que dispuesto a contarnos su historia. Una
historia muy hermanada con la creación
del balneario de don Carlos. A saber:
........................................................
Pensábamos que íbamos a tener que
irnos a Gesell a charlar con usted, ¿como es
la historia que hace que nos encontremos
hoy acá?
Con mi hermano vivíamos en Lanús y
fuimos a Gesell a trabajar de jardineros en
el 59. Nunca había agarrado una guadaña
en mi vida, pero habíamos hecho una má-
quina de cortar pasto eléctrica, entonces,
cuando el resto tardaba media hora para
cortar un pedacito, nosotros lo hacíamos en
cinco minutos. Por eso teníamos todos los
parques grandes. Llegamos a tener 22. Lo
que ocurría era que un muchacho que tenía
ambición de hacer algo llegaba a Gesell a
las seis de la mañana y a las siete ya estaba
trabajando, porque faltaba mano de obra.
Estuvimos seis años viviendo en Gesell.
Invierno y verano, siempre trabajando de
jardineros. Volvimos en el 65.
¿Y cómo surgió La Calesita?
Fuimos a vivir allá después de un par de
años y se nos ocurrió la idea de poner una
calesita porque no había nada. Estaba Kao
Kao –un bowling–, la pista de Luigi Patín en
la 108 y ahí al lado nos pusimos nosotros.
Un bar me pasaba la luz. Y así estuvimos dos