Revista Prevenciónff | Page 18

Todos los agentes del proceso constructivo son propensos a sufrir estrés en el trabajo. El cambio de condiciones en la obra, el cumplimiento de plazos, el tema económico…son situaciones que derivan en una situación de estrés, que puede abarcar desde el peón hasta el promotor.

Al ser España uno de los países donde llegan bastantes inmigrantes en busca de trabajo, en épocas de bonanza, han sido muchos los inmigrantes que han encontrado trabajo en el sector de la construcción. La situación laboral actual en España, unido a los prejuicios de algunos sectores de la sociedad sobre la gente extranjera en busca de trabajo, genera situaciones de discriminación racial ya sea por debido a origen racial, religioso u otro.

Además de las desigualdades notorias y conocidas que existen actualmente entre hombres y mujeres en el trabajo, en el sector de la construcción se acentúan al tratarse de un sector mayoritariamente masculino, aunque igualándose cada día más. En la obra, los hombres que son machistas no aceptan y limitan en algunas cosas a la mujer, como por ejemplo en realizar los trabajos que exijan gran esfuerzo físico.

Existe un gran número de trabajadores a pie de obra, que han crecido en un entorno machista. Esto propicia que en su día a día apliquen dicha actitud respecto a sus compañeras de trabajo. Independientemente del rango que ocupen, este riesgo afecta a las trabajadoras del sector.

Otro ejemplo es la Metalurgia siendo esta industria los algunos casos fuente de estrés laboral alto.

En la Industria del metal destacan como factores de estrés la carga mental y los riesgos derivados del trabajo nocturno y a turnos, una fórmula de organización del trabajo muy frecuente en las industrias del sector metal.

Según los datos de la VI ENCT, un 11,6% de los trabajadores de la industria, trabajan a turnos (mañana/tarde/noche o turno nocturno) y este porcentaje, alcanza al 32,5% en el sector del metal. Se considera trabajo nocturno, el que tiene lugar entre las diez de la noche y las seis de la mañana, y un trabajador nocturno es el que invierte, como mínimo, tres horas de su trabajo diario, o al menos una tercera parte de su jornada anual, en este tipo de horario.

Dichas fórmulas de organización del trabajo, afectan a los ritmos biológicos circadianos, facilitando la aparición de diferentes problemas de salud física y psicológica, alteraciones en la calidad y cantidad del sueño, fatiga, trastornos digestivos, trastornos nerviosos y dificultades para compatibilizar la vida familiar y social y la vida laboral. Y a largo plazo afectando a órganos importantes como el corazón, creando enfermedades cardiovasculares y afectando el ritmo cardíaco normal.

Algunos de estos factores se pueden ver con mayor frecuencia o intensidad en países de menor desarrollo o en los que haya menos medidas preventivas contra el estrés laboral y los factores que lo producen.

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