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PostdoctUBA Revista del Postdoctorado de la Universidad Bicentenaria de Aragua Volumen 1. No. 2 Octubre, 2018 La finalidad que se persigue es organizar nuevos conocimientos a favor de la prevención del acoso laboral, flagelo psicosocial que deteriora las relaciones interpersonales en los establecimientos educativos. Para tales efectos, implementa una nueva filosofía acreditada en valores donde se dignifique el desempeño del trabajador, transformando el comportamiento de estos, desde una visión de trabajo colaborativo en el ejercicio del buen desempeño profesional que apoye tanto a la organización como al propio trabajador. La cultura de información y prevención contra el abuso laboral es un referente intangible a la organización, pero que tiene peso como sistema autopoiético, ya que las categorías que lo conforman son factibles de reproducirse a la vez, atienden a las necesidades de cada institución educativa; por lo tanto, es entendida como un conjunto de proposiciones básicas sobre las que se construye una nueva manera de ofrecer información y protección sobre situaciones de abuso laboral. La cultura de Información y Protección Contra el Abuso Laboral se define como el conjunto de expresiones que tienen en común los miembros de una organización, y que la va a diferenciar de otras en cuanto a sus costumbres, patrones de comportamiento, reglas, normas, prácticas, valores, conocimiento. Es una filosofía orientada a ofrecer la información necesaria en cuanto a la seguridad y defensa de las injusticias cometidas contra una o varias personas en su centro de trabajo. Se fundamenta en los siguientes principios: política institucional afianzada en valores compartidos e identidad, que sugiere establecer políticas institucionales que favorezcan el buen desempeño de todos los que integran el equipo de trabajo en el centro educativo quienes deberán estar plenamente convencidos de la realidad que significa el estamento en valores; siendo las creencias, las normas y las conductas los medios orientadores en la protección contra el abuso laboral. Se dice valores compartidos, porque se busca ejecutar cambios necesarios para el fortalecimiento de las actitudes y el compromiso tanto de los líderes como demás miembros; donde los líderes entiendan que deben deslastrarse de viejas prácticas vejatorias producto de experiencias anteriores para asirse de nuevas herramientas que favorezcan el sostenimiento de la nueva cultura cuya tendencia es ver el desarrollo de la institución desde los procesos transformación y construcción. La identidad de toda institución debe sustentarse, en el conjunto formado por todos quienes hacen vida en dicho recinto laboral imbuido en valores compartidos, referentes permanentes de toda acción ejecutada donde exista respeto por la identidad, propia de cada miembro como ciudadano civil y como ente de la institución; donde prevalezca la ética profesional, la solidaridad, la equidad de género, los derechos humanos y la justicia social. Gestión directiva sinónimo liderazgo transformacional. Involucra aspectos como la planificación, organización, dirección, control y evaluación, por lo que el director debe estar preparado para actuar en todos esos aspectos. Se plantea que para que el directivo pueda liderar los procesos administrativos de la institución escolar, debe recibir una formación adecuada en temas de gestión. Por tanto, requiere el fortalecimiento de sus capacidades para desempeñarse adecuadamente. Se ha querido enfatizar que dentro de las obligaciones institucionales prevalece la condición de un liderazgo transformacional que refuerce el trabajo en equipo bajo los principios del respeto, compañerismo y tolerancia para con los demás, por lo que destaca la construcción de espacios de trabajo en el que predomine la comunicación asertiva para la solución a situaciones conflictivas que no escapan en la posibilidad de su ocurrencia; apoyo social y desarrollo de relaciones interpersonales sanas y productivas en un ambiente de paz. Pretender el propósito institucional es llegar a la meta. Este principio pretende que toda organización educativa inmersa en esta cultura comparta como propósito institucional expresiones usadas en el contexto de la administración, organización y gestión escolar, a fin de estructurar la razón de ser de la institución, donde están insertas la misión y la visión como aquellos elementos que ilustran y aclaran la intención de la institución en pro de la protección contra el abuso laboral. Por tanto, el propósito institucional será el medio por el cual las actividades realizadas se convierten en un conjunto homogéneo que facilita el logro de metas comunes en procura la satisfacción de las necesidades personales y por ende del colectivo, pese a que cada quien persigue propósitos heterogéneos en cuanto a las funciones y responsabilidades que le competen; por tanto sugiere coordinación, motivación, comunicación asertiva y compromiso. A partir del propósito institucional, la coordinación para el logro de esta cultura, puede visualizarse desde dos puntos de vista: desde la asignación de tareas o desde el trabajo en equipo. Si de prevenir situaciones de abuso laboral se trata, es el gerente quien debe coordinar la asignación de tareas, delegar funciones con el firme propósito que los trabajadores asuman responsabilidades individuales. Si se trata del trabajo en equipo, significa que el líder tiene la responsabilidad de mantener el orden para que las metas se cumplan en un ambiente de sano compañerismo bajo la filosofía del respeto sin subestimar el trabajo de los demás. La motivación es animar y educar al personal a perder los miedos, a diferenciar y reconocer cuándo una situación es acoso y cuándo no. Está orientada a lograr la efectividad de la institución porque se inspira en la confianza al equipo de trabajo; por tanto debe ser compartida con todos para que colaboren en su desarrollo, sin ventajismos. Al motivar al personal se compartirán las metas e impulsará el trabajo en equipo para fomentar el progreso de los proyectos institucionales enfocados en acciones donde lo más importante sean los resultados y la satisfacción del deber cumplido en un ambiente armónico. Ahora bien, en cuanto a la comunicación debe ser asertiva porque se erige en una interacción que se va construyendo en la medida en que se está aprendiendo. Es una realidad que se desarrolla a diario por lo que implica honestidad al mantener una comunicación franca y abierta con los miembros de la organización al momento de exigir respeto en caso de observarse algún tipo de abuso laboral. Es enterar al otro que se está siendo abusado laboralmente y por eso se exige los derechos. Es saber decir las cosas, lo que se piensa, lo que siente, sin herir al otro. Es buscar el momento preciso para abordar al otro respetuosamente, bajo los criterios de la camaradería. Es expresar los derechos propios respetando el derecho de los demás. Es saber escuchar. Es saber controlar las emociones, tanto de parte de quien habla como de quien escucha. Ahora bien, no se debe perder de vista que el compromiso de los trabajadores es de sumo interés dentro del propósito institucional, pues si la institución quiere que se logren resultados óptimos, debe procurar mantener la motivación del personal bajo su mando. Si el empleado siente que su trabajo ha sido valorado pese a diferencias de carácter institucional o personal en los que se ha incurrido en abuso laboral y que han sido tratados profesionalmente. Entonces pondrá mayor empeño en hacer bien las tareas porque se dará cuenta de lo importante que es el desempeño de sus funciones tanto para él como para la institución, se sentirá realizado y será capaz de prevenir y superar obstáculos que interfieran en el logro del propósito institucional y del suyo propio. El secreto del éxito está en el comportamiento de sus integrantes. El comportamiento de los individuos dentro de una organización tiene su asidero en las relaciones interpersonales, de lo cual se desencadena la interconexión con otros factores de orden sociológico, cultural, psicológico e histórico. Es por ello que al hablar de comportamiento, se acoge a lo planteado por Robbins (1998) cuando refiere que no se trata de estudiar solo el comportamiento individual sino que también se debe considerar el colectivo. Por esta razón la filosofía de la cultura de información y prevención que se pretende modelar ciertos actos y actitudes déspotas, vejatorias y humillantes que la gente muestra en las organizaciones, bien porque repite patrones de conducta adquiridos en otras instituciones en las cuales fueron víctimas de acoso (cultural) o porque la asumieron como regla de un esquema heredado a lo largo de su vida “yo acoso porque a mí me acosaron” (historia), o porque el acoso lo ve como una razón social donde las reglas están pero “como nadie las cumple yo tampoco lo hago, y de ésta forma me siento aceptado” (psicosocial). El secreto del éxito está en el comportamiento de sus integrantes, significa que es posible enrumbar el comportamiento en la dirección adecuada. Para lograrlo primero la persona debe estar dispuesta a reconocer las debilidades, en este caso reconocerse como acosador o acosado y debe tener propósito de enmienda, quiere decir que si la persona se siente víctima o es victimario, debe cambiar su conducta con mente positiva, ejercer autocontrol de las emociones y ponerse en el lugar del otro en el caso de ser acosador. Lo importante en cualquiera de los casos es tener la iniciativa de querer cambiar su comportamiento para no afectar al otro, es pensar siempre en positivo, ver a su entorno para revisar y comparar “¿Si otros han podido cambiar, por qué no he de lograrlo yo?” ISSN: 2610-8134 Recibido Marzo, 2018 Aceptado Octubre, 2018 Páginas 5 Depósito Legal: AR2018000091 25