Revista Pesca marzo 2019 REVISTA PESCA MARZO 2019 | Page 78

sustentable sus recursos, industrializarlos, generar empleo y, destinar al consumo, materias primas alimenticias y medica- mentos; g) No es cierto, que «la Comisión Internacional para la Con- servación del Atún Atlántico (ICCAT) se dedique solo a recopi- lar información y efectuar las evaluaciones de stocks», ya que según el Artículo III inciso 1 del Convenio deja en manos de una Comisión “alcanzar los objetivos”, no solo respecto al atún, sino de las especies afines y otras y, según el Artículo VIII inciso 1, establecería, según las evidencias científicas «las Capturas Máximas Continuas de aplicación obligatoria a los Estados parte del Convenio», es decir, que de hecho, estaría administrando el recurso pesquero de los Estados. Facultad, que el Estado argentino de ninguna manera puede delegar en terceros, conforme lo establecido en los art. 1º y 5º y ss de la Ley 24.922, más aún, con lo que indica el Artículo III inciso 3) del Convenio, en el que establece que cada Estado parte tiene un solo voto, es decir que la Argentina estaría en absoluta mi- noría para administrar sus recursos con relación a los Estados de Bandera y frente a la ilegal ocupación del R.U. en Malvinas y los espacios marítimos de la ZEEA. No existen restricciones para que cualquier empresa argentina pesque atún y cualquier otra especie en Alta Mar más que las que pudiera establecer los Estados Ribereños y conforme lo establecido en la CONVEMAR. Además, la Argentina no captu- ra todas las especies disponibles más allá de la ZEEEA, aunque sería deseable que lo hiciera, para hacerse de más de 1 millón de toneladas que se estiman disponibles en el Atlántico Sur. Ignoramos qué empresarios argentinos podrían tener vocación en pescar atún, pero, en cualquier caso, no habría atún que justifique semejante delegación de soberanía, en un Convenio, que más bien parecería destinado a consolidar la posición de los habituales pescadores de atún y hacerlo de forma tal, de regular -incluso- la pesca de este y las especies afines y acom- pañantes en los territorios marítimos de los Estados Ribereños. Ratificar el Acuerdo de Nueva York y propiciar el Convenio del Atún sería c on tra ri o al interés nacional. Dr. César Augusto Lerena Experto en Atlántico Sur y Pesca, ex Secretario de Estado, ex Secreta- rio de Bienestar Social (Ctes) ex Prof. Universidad UNNE y FASTA, Asesor en el Senado de la Nación, Doctor en Ciencias, Consultor, Es- critor, autor de 24 libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de la Entre- ga”) y articulista de la especialidad. 14 de enero de 2019 Copyright © *|2018|* *|CESAR LERENA*, All rights reserved. *|OPINION|* *|CESAR LERENA|* Our mailing address is: *|[email protected]|* *|Gascon 1378 - Mar del Plata|* - El mar peruano todavía ofrece varias especies abundantes que son muy poco utilizadas por la industria o consumidas por el público. No son atractivas para su explotación porque es más cómodo vender anchoveta para la harina. - La administración pesquera tiene una tarea delicada para encontrar un equilibrio permanente entre las lógicas de alimen- tación nacional y las lógicas del mercado. - La acuicultura y la maricultura se presentan como las mejores opciones, sino las únicas, para la exportación. No así la pesca de captura. Esta última siempre ofrecerá precios más accesibles a nuestra población por lo cual deben destinarse priori ta- riamente al mercado interno. Las primeras, por su alto costo de inversión y producción, serán siempre de mayores precios y po r tanto inaccesibles para la mayoría de nuestra población. Por tanto son las únicas que merecen ser promocionadas como atracti- vas para posibles inversionistas. - La pesca artesanal, la única que realmente abastece de productos hidrobiológicos el mercado nacional, solo podrá ser po- tenciada en la medida que se protejan las biomasas de peces costeros, los cuales tradicionalmente fueron capturados por los artesanales y quienes hoy cada día encuentran menos especies que extraer. - La cada vez mayor escasez de especies de consumo tradicionales como el congrio, el mero, la corvina, etc., indican que hay menos peces. Por eso, salvo una que otra especie, el pescado es caro en un país que se dice "pesquero". Los pescadores artesanales cada vez tienen que adentrarse más en el mar para pescar algo con toda la secuela de problemas que ello les gene- ra. Si dejásemos de capturar tanta anchoveta podríamos probablemente permitir que las biomasas del resto de especies preda- doras de la anchoveta crezcan y se multipliquen. Revista Pesca marzo 2019 75