Revista Pesca marzo 2019 REVISTA PESCA MARZO 2019 | Page 18
ocurrido hasta el momento”, critica García.
tar los recursos marinos, debería estar extendida a to-
dos y no sólo a los pequeños pescadores con más arrai-
La FAO estima en el 20% aproximadamente a nivel
global la cifra de descartes, millones de toneladas de
pescado que se desperdician. La mayoría de las veces,
añade García, se trata de especies “comestibles, pero
que no están en los canales de comercialización tradi-
cional. Si no son especies conocidas no hay demanda y
go al mar. En el documental que ha realizado la funda-
ción con la participación de muchos pescadores locales
hay testimonios de pescadores artesanales que
quieren erigirse como garantes de la conserva-
ción del ecosistema marino, sobre todo porque ellos
dependen de él para vivir.
es más barato para las embarcaciones tirarlas que lle-
varlas a puerto”. Esto tiene un impacto negativo no sólo En la práctica, asegura García, esto se traduce en que
en la alimentación humana sino en los ecosistemas ma- “los modelos de gestión de la pesca a nivel global tienen
rinos. que ir transitando de modelos de gestión centrali-
zada que genera muchas deficiencias, a un mode-
El profesor Antonio García achaca la sobre explotación a lo de gestión colaborativa. Nosotros pensamos que
la que estamos sometiendo nuestros mares a que
“somos presentistas, solo pensamos en el presente y en
nutro ADN cultural no está pensar en las generaciones
futuras”. Asegura que la industria pesquera europea
está en África, en el indicó, etc., explotando espe-
cies que ellos no pueden explotar porque carecen
de la tecnología necesaria, lo que dificulta el control de
hay que incorporar a los usuarios de un ecosistema en
los procesos de gestión”. Esto generaría un sentido de
la responsabilidad entre los propios pescadores, según
defiende García, y para llegar a esto es necesario “un
cambio cultural”. Galicia es un ejemplo de este meca-
nismo, donde fueron los propios pescadores de la cofra-
día del ira quienes pelearon por él hasta que el gobierno
lo que se pesca. Entonces, “nos encontramos con mu- aprobó esa gestión colaborativa de la reserva.
chos impactos de pesca ilegal de embarcaciones de di-
ferentes países, asiáticos o europeos” que no respetan Objetivo: fin de los plásticos
nada. Y luego “lo introducen en el circuito habitual y el
consumidor no sabe de dónde es el pescado que está
comprando”. Además de la sobre explotación, tenemos el proble-
ma de los plásticos en los mares. Las grandes cade-
En la pesca tradicional, sin embargo invierten en embar- nas de distribución se comprometieron con la elimina-
ción de los plásticos, pero Greenpeace ha elaborado
caciones pequeñas de una o de hasta cinco o seis per- un ranking que revela que todavía queda mucho por
sonas, muchas veces con parentesco entre sí, y
su capacidad de captura y explotación es peque- hacer.
ña, aproximadamente de menos de 300 kilos de El ranking se centra en la eliminación de todos los plás-
pescado al día por ejemplo en Galicia. La cadena de
producción es mucho más compleja en las embarcacio-
nes con más de 18 metros de eslora, que dependiendo
de la técnica que utilicen tienen una capacidad ex-
tractiva de 6 o 7 mil toneladas diarias de pesca-
do.
ticos de un solo uso, como las bolsas. Alba García, coor-
dinadora de estos trabajos, celebra que en general los
supermercados están cambiando sus políticas
con respecto a las bolsas, aunque les gustaría que se
apostará por las reutilizables en todos los casos. Y tam-
bién están expectantes, asegura, porque este año
La fundación Lonxanet trabaja para la conservación a “tanto Eroski como Mercadona en su sección de fruta y
verdura también tendrán bolsas reutilizables”.
largo plazo de los mares. Para García, la mentalidad de
que los pescadores sean "guardianes de los mares" y
tengan en criterios de sostenibilidad a la hora de explo- Pero en los supermercados se utilizan muchos más plás-
ticos aparte de las bolsas. La fruta y verdura viene
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