Revista Pesca abril 2018 REVISTA PESCA ABRIL 2018 | Page 76
Paulo, y Praia Grande en Río de Janeiro).
El cuestionario referente a las entrevistas con los pesca-
dores daba lugar a respuestas abiertas y comprendía
preguntas tales como éstas: “¿En la cena de ayer comió
pescado?”, “¿Cuál?”, “¿Y en el almuerzo?”.
Entre 70 y 110 especies de peces son objeto de captura
mediante pesca artesanal y comercial en la zona. Las
ocho especies que los entrevistados mencionaron más
frecuentemente fueron el boquerón o anchoa
(Pomatomus saltatrix), la corvina (Cynoscion sp.), la cor-
vina rubia (Micropogonias furnieri), el mero (Epinephelus
marginatus), el pez sable (Trichiurus lepturus), el jurel
(Caranx sp.), la lisa blanca (Mugil curema) y la burrique-
ta (Menticirrhus americanus).
De un total de 65 especies que los pescadores mencio-
naron en 347 entrevistas y más de 1.500 recolecciones
sobre consumo, la población de alrededor del 33% mer-
mó desde que se puso en marcha el estudio en 1986, en
tanto que se desconoce la situación de las existencias del
54% de las especies capturadas, de acuerdo con datos
de la Unión Internacional para la Conservación de la Na-
turaleza.
Según los autores, la creciente escasez de tales especies
genera impactos sobre la seguridad alimentaria y sobre
el sustento de los pescadores artesanales, que dependen
de los recursos de su captura tanto para la alimentación
de sus familias como complementar sus ingresos.
Las especies mencionadas en buena medida no son ob-
jeto de la pesca comercial debido al bajo volumen de sus
cardúmenes. Por eso mismo, tienen un mayor valor indi-
vidual y se las provee a restaurantes especializados en el
eje Río-São Paulo.
“Como respuesta a la amenaza que se cierne sobre los
cardúmenes, el gobierno brasileño ha estipulado diversas
prohibiciones contra la captura de las especies amenaza-
das de extinción, pero no se han implementado medidas
de manejo de la pesca, ni tampoco se han establecido
prioridades en el estudio de esas especies”, dijo Begossi.
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“Si bien esa política apunta a proteger y a recuperar los
cardúmenes, por un lado, a la vez redunda en una ame-
naza a la pesca a pequeña escala y al sustento de los
pescadores artesanales y sus familias, por otro. La solu-
ción no radica en la prohibición pura y simple de la pesca
de estas especies, sino en su manejo sostenible”, dijo.
Y se plantea también el tema de la diversidad alimenta-
ria. “Las especies capturadas mediante la pesca artesa-
nal son aquéllas que aseguran nuestra diversidad ali-
mentaria. Los peces preferidos, tales como el mero o el
róbalo común (Centropomus undecimalis), provienen de
la pesca artesanal. Ninguno de ellos surge de la pesca
industrial”, dijo la investigadora.
“Hay especies que eran comunes en la década de 1980,
como el mero, pero que escasearon bastante. Hoy en día
aún se lo encuentra, pero en tamaño menor. En tanto,
un pez del mismo género como la cherna pintada
(Epinephelus niveatus), no se ve más. Los pescadores ya
no lo mencionan. Es un caso crítico”, dijo.
El trabajo de Begossi y sus colegas pone de relieve la
necesidad de reunir más y mejores datos biológicos y
ecológicos referentes a las especies marinas del Bosque
Atlántico brasileño costero. Según la investigadora, estos
datos son “urgentemente necesarios” para ayudar a pro-
mover la conservación y el manejo de estas especies.
“¿Nuestra opción será permitir que estos peces desapa-
rezcan? ¿Nuestra decisión de ahora en más es comer
sólo tres o cuatro especies de pescados, los que suminis-
tra la acuicultura, tales como a tilapia y el salmón? ¿Ése
es el futuro que queremos?”, dijo. (Fuente: AGÊNCIA
FAPESP/DICYT)
Fuente
http://noticiasdelaciencia.com/not/27656/la-ausencia-de-
politicas-de-conservacion-de-cardumenes-amenaza-a-
especies-de-peces/
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