Revista Pesca abril 2018 REVISTA PESCA ABRIL 2018 | Page 64

EL PAÍS DONDE NO PODÍAN DECIR NO Por ALBERTO VERGARA Una comunidad sana, ha teorizado Javier Cercas, debe fiscales y periodísticas, el ex presidente Alejandro Toledo poseer tres tipos de individuos: un maestro que enseña negoció un soborno de 30 millones de dólares con Ode- a vivir, un médico que ayuda a morir y, por último, una persona que dice no. Cableados como estamos la mayo- brecht a cambio de otorgarle la construcción de la carre- tera interoceánica que conectaría Perú y Brasil. Final- ría de nosotros para seguir tendencias y decir que sí a cuanto se nos ofrece, las sociedades requieren de indivi- duos excepcionales y capaces de rebelarse con un rotun- mente, solo habría recibido veinte millones, ya que Ode- brecht no consiguió el tercer tramo de la vía. Toledo vive en Estados Unidos, prófugo de la justicia. do no y así preservar la dignidad de la comunidad. Pobre de la sociedad que necesite héroes, sentenció el Galileo Entre 2006 y 2011 Odebrecht vivió su lustro dorado. de Brecht. Más pobres aquellas que no los produzcan, retrucaría Cercas. Alan García era presidente y miles de millones fueron otorgados a proyectos realizados por esta empresa. Seis funcionarios de dicho gobierno, incluyendo un viceminis- Ante la corrupción que anegó América Latina en la última década uno se pregunta: ¿dónde están quienes dijeron tro, han sido encarcelados por coimas de más de 8 millo- nes de dólares. García tiene una investigación abierta no a la corrupción? Cada uno podrá buscar a este im- por tráfico de influencias. Más allá de lo que establezcan prescindible individuo en su propio país, pero en el Perú resulta difícil distinguirlo. Lava Jato y Odebrecht han de- jado la diáfana impresión de que nuestros líderes fueron los tribunales, los limeños ven a diario la prueba última de la estrecha relación entre García y Odebrecht, pues la bahía de Lima es dominada por un Cristo enorme que la incapaces de negarse al dinero fácil. empresa ofrendó al ex presidente. Si el de Río de Janeiro Y se podía esperar que lo rechazaran. Si no por convic- ción, al menos por miedo. Durante los noventa, el país padeció uno de los gobiernos más corruptos de su histo- es el Cristo del Corcovado, los limeños bautizaron al suyo como el Cristo de lo Robado. Odebrecht no solo corrompió políticos y funcionarios. ria. Doscientos funcionarios cercanos a la gestión Fuji- Como documentó Malú Gaspar en un reportaje notable mori fueron sentenciados por algún delito de corrupción. Es decir, sorprendentemente, a la sempiterna corrupción en la revista Piauí, para hacerse de las grandes obras de infraestructura, debió coludirse con empresas y empre- siguió la rara sanción. sarios nacionales. Según func ionarios de Odebrecht, sus socios locales estaban al tanto de los sobornos y aporta- ban a dichos “gastos”. Reconozcámoslo: somos adictos a nuestros teléfonos y eso nos trae problemas físicos y relacionales El mandatario Kuczynski dedica su presi- dencia no a gobernar, sino a ver cómo disi- mula sus múltiples y ahora públicas rela- ciones con Odebrecht; las cuales hasta hace poco negaba categóricamente. Esto debería haber constituido un disuasivo a nuevas trapacerías durante la recuperada democracia de los 2000. No lo fue. En el año 2004, según investigaciones Revista Pesca Abril 2018 Hoy el ex presidente Ollanta Humala está preso preventi- vamente porque habría recibido dinero de Odebrecht para sus campañas. El mandatario Kuczynski dedica su presidencia no a gobernar, sino a ver cómo disimula sus múltiples y ahora públicas relaciones con Odebrecht; las cuales hasta hace poco negaba categóricamente. ¿Qué pasa en nuestras élites políticas y económicas que desde siempre han sido 61