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contribuyó de modo decisivo a que durante la época de los vikingos se redujera cada
vez más la alfarería.
De los bienes mortuorios encontrados en túmulos funerarios reales y aristocráticos,
podemos deducir que muchas mansiones aristocráticas estaban amuebladas con mesas,
bancos de madera o sillas, y posiblemente hasta con camas: una silla y camas, por
ejemplo, se encontraron junto con la reina del siglo IX en Oseberg, en Noruega.
Fragmentos de tapiz, usado como colgadura de pared, fueron también encontrados.
No obstante, la gente común tenía pocas posesiones semejantes, arreglándoselas con
taburetes y cofres donde los objetos de valor, como joyas, plata y ropa, se guardaban
bajo siete llaves. Arropados en mantas o pieles, no dormían en camas, sino en los
bancos fijos: cuanto más cerca del hogar, más alto era su rango en la casa.
En la mayoría de las casas, ocupando un lugar contra la pared, habría estado el telar
vertical de pesas y urdimbre para tejer la ropa de lana usada por la familia y también
para hacer las velas de los barcos vikingos.
Al ser de madera, ningún telar de la época vikinga sobrevive entero.Sin embargo, hay
muchos ejemplares de pesas de arcilla cocida o de piedra que mantenían los hilos
verticales (la urdimbre) tensos.
También se hacía tejido de tabla, con pequeños marcos de madera o de cornamenta
rectangulares, para hacer correas, trenzas y cintas de motivos complejos para decorar la
ropa. Las tijeras para la ropa y el peine usado para cardar la lana antes de hilarla eran de
hierro. Los espirales que doblan el huso de madera bajo sui peso eran de hierro, de
cerámica o bien ocasionalmente, de ámbar. Las agujas y los alfileres eran de hierro o de
hueso y las mujeres las llevaban a menudo en pequeños recipientes cilíndricos que
colgaban de sus broches.
Algunos objetos de cristal en forma de bollo encontrados en tumbas de mujeres pueden
haber sido usados para alisar arrugas y también se ha sugerido que las placas de barba
de ballena tallada, casi siempre encontradas en tumbas de mujeres ricas, se usaban como
tablas para alisar o plisar la ropa.
El hilado, el tejido y la costura tuvieron que mantener ocupadas a las mujeres casi
constantemente. El descubrimiento de piezas de juego hechas de hueso, cornamenta,
cristal o ámbar, prueba que el hombre tenía más tiempo para relajarse. El "hnefatafl", un
juego parecido al de las damas, se jugaba mucho. Se han encontrado animales, barcos,
espadas y peonzas de madera en muchos sitios, lo cual demuestra que los niños tenían
juguetes sencillos.
Numerosas representaciones de mujeres y hombres indican que ambos sexos llevaban el
pelo largo. Algunos hombres llevaban el suyo enrollado en un moño en la nuca, otros se
lo afeitaban, mientras que las mujeres a veces se arreglaban sus largos mechones sueltos
en estilos bastante complicados, aunándolos sobre la cabeza. Los peines encontrados en
abundancia en emplazamientos excavados sugieren que aquella gente prodigaba
cuidado y atención a su pelo, tal vez con el propósito de erradicar los piojos. Los
hombres solían cuidar con esmero sus barbas y bigotes. Llevaban pantalones y una
túnica larga cubierta con una capa, mientras que las mujeres se ponían múltiples capas