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estilo popular: se escribía como se hablaba, posiblemente, aunque no podamos saber si
se trata de algo buscado o del resultado de una falta de tradición suficiente en la
producción de obras literarias escritas. Además, sin embargo, en el estilo de las sagas
encontramos mucho de convencional, tomado de modelos diversos, incluso no
islandeses.
Centro de producción de las Sagas.
Son fundamentalmente regionales, tanto por sus personajes como por sus autores, como
ya hemos visto. Se pueden establecer grupos de sagas por la región en que se
desarrollan, que suelen coincidir además con las regiones donde se encontraban los
centros de enseñanza en torno a los cuales se escribieron.
Existen, así, sagas de la región del fiordo de Borg, como la de Gunnlaug o el thattr de
Gisl Illugasson, pues sus personajes proceden de esa región donde se asentaron sus
familias de las que luego procederían personajes tan importantes como Egil
Skallagrimsson, el mismo Gunnlaug o, más tarde, Snorri Sturluson. Es decir, se
escribieron ciclos completos de sagas, muchas de las cuales se han perdido, sobre las
grandes familias de cada región de Islandia.
Los centros de producción de las sagas coinciden aproximadamente en unos casos,
exactamente en otros, con las regiones de desarrollo de las mismas. En Islandia, como
en otros sitios, fueron los monasterios los grandes centros literarios. Pero, a diferencia
de otros lugares de Europa, en ellos no se redactaban sólo obras de carácter religioso,
sino que se prestaba gran atención a las obras profanas: si los autores fueron en muchos
casos los mismos monjes, éstos sabían separar perfectamente las dos facetas de la vida.
Unas veces trabajaban como hombres de la Iglesia, otras como literatos islandeses,
aunque en ocasiones, como en la Saga de Hrafnkel, supieran unir hábilmente ambos
aspectos, creando obras de inspiración cristiana, muy probablemente con fines
edificantes, siguiendo el estilo de las obras puramente seculares de entretenimiento. Hoy
día se presta cada vez más atención a la influencia del cristianismo sobre las sagas y en
varias de ellas se cree ver una clara inspiración religiosa, magistralmente combinada
con la descripción precisa de las aventuras, las instituciones y el modo de vida de los
islandeses de época pagana.
Centros islandeses de erudición, enseñanza y religión a la vez que de producción
literaria fueron los obispados de Skálholt, en el sur de la isla y de Hólar, en el norte;
centros de enseñanza como el de Oddi, donde se formó Snorri, estaban estrechamente
unidos a ellos. Monasterios, de los que había muchos en el país, como los de
Mödruvellir, en el norte, Helgafel en e oeste, Vídey en la región de Reykjavík, etc.,
tienen una importancia fundamental para comprender la aparición y el desarrollo de las
sagas.
Las Épocas de las Sagas.
Se desarrollan entre los siglos IX y XI, en la que podemos llamar época heroica de
Islandia. Esto sirve para diferenciarlas de otro tipo de obras llamadas también sagas: las
de obispos y de familias contemporáneas, que pertenecen a la época cristiana; las de la
antigüedad, cuyos personajes vivieron antes de la época heroica: desde el siglo IX hasta
los principios de la epopeya germánica, como la Saga de los Volsungos, que desarrolla