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No fue hasta tres años más tarde cuando la gente, la cual había seguido pagando sus impuestos al rey derramando monedas de oro, playa y cobre dentro del túmulo a través de las tres aberturas diferentes, descubrió que Frey estaba muerto. Ya que la paz y la prosperidad se habían mantenido ininterrumpidas, decretaron que su cadáver nunca se vería incinerado y de esta manera inauguraron la costumbre del entierro en el túmulo, que con el tiempo pasó a sustituir la pira funeraria en muchos sitios. Uno de los tres túmulos cerca de Gamla Upsala aún lleva el nombre del dios. Sus estatuas fueron situadas en el gran templo que ser erigía allí y su nombre era debidamente mencionado en todos los juramentos solemnes, siendo la fórmula habitual "Así me ayude Frey, Njörd y el Todopoderoso As (Odín)". Culto a Frey. No se admitían armas dentro de los templos de Frey, estando los más célebres entre ellos situados en Trondheim, Noruega, y en Thvera, Islandia. En esos templos se sacrificaban bueyes y caballos en su honor, introduciéndose un anillo de oro dentro de la sangre de la víctima antes de que el juramento anteriormente mencionado se hiciera. Las estatuas de Frey, como todas las del resto de las divinidades nórdicas, eran bloques de madera toscamente tallados y la última de estas sagradas imágenes parece haber sido destruida por Olaf el Santo, el cual convirtió a la fuerza a muchos de sus súbditos al cristianismo. Además de ser el dios del brillo del Sol, de la fertilidad, de la paz y la prosperidad, Frey era considerado el patrono de los caballos y de los jinetes y el liberador de todos los cautivos. La Fiesta de Jul. Un mes de cada año, el mes de Jul o mes de Thor, era sagrado para Frey al igual que para Thor, el cual comenzaba en la noche más larga del año, a la que se conocía como la Noche Madre. Este mes era tiempo de festejos y regocijo, pues anunciaba el regreso del Sol. Este festival se conocía como Jul o Yule (rueda), porque se suponía que el Sol se parecía a una rueda girando rápidamente a través del cielo. Este parecido fue el origen de una costumbre curiosa en Inglaterra, Alemania y las riberas del Mosela. Hace mucho tiempo, la gente solía reunirse en asamblea anualmente en una montaña para quemar una enorme rueda de madera, rodeada de paja, la cual, ardiendo en llamas, era arrojada cuesta abajo por una pendiente para que se sumergiera en agua con un siseo. Todas las razas nórdicas consideraban la fiesta de Jul como la más importante del año y solían celebrarla con bailes, banquetes y bebidas, nombrándose a cada dios por su nombre. Los primeros misioneros cristianos, percatándose de la extrema popularidad de esta fiesta, pensaron que sería mejor alentar a beber a la salud del Señor y de los doce apóstoles cuando comenzaron a convertir a los paganos nórdicos. Este festejo era tan popular en Escandinavia, donde se celebraba en enero, que el rey Olaf, viendo lo querido que era en los corazones nórdicos, traspasó la mayoría de sus prácticas al día de Navidad, haciendo de esta manera mucho para que la gente ignorante se conformara con su cambio de religión.