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Tyr, Tiu o Ziu, era hijo de Odín y, según algunos mitólogos, su madre era Frigga, la reina de los dioses, o una bella gigante cuyo nombre se desconoce, pero que era una personificación del mar furioso. Él era el dios del honor marcial y una de las doce principales deidades de Asgard. Aunque aparentemente no tenía una morada concreta allí, siempre era bienvenido en Vingolf o Valhalla y ocupaba uno de los doce tronos en la gran sala de consejo de Gladsheim. Como dios del valor y de la guerra, Tyr era invocado con frecuencia por varias naciones del Norte, que le aclamaban, al igual que a Odín, para obtener la victoria. Que su jerarquía figuraba detrás de la de Odín y Thor está demostrado por su nombre, Tiu, habiéndoselo dado a uno de los días de la semana, el día Tiu que en inglés moderno se ha convertido en Tuesday (martes). Bajo el nombre de Ziu, Tyr era la divinidad principal de los suevos, que originalmente habían llamado su capital, la actual Ausburgo, Ziusburgo. Esta gente, venerando al dios como lo hacían, solían rendirse culto bajo el emblema de una espada, su atributo distintivo y en su honor se celebraban grandes danzas de espada, donde se interpretaban varias figuras. A veces, los participantes formaban dos largas líneas, cruzaban sus espadas, la apuntaban hacia arriba y retaban al más audaz entre ellos a que diera un salto por encima de ellos. En otros tiempos, los guerreros unían las puntas de sus espadas para formar una rosa o una rueda, y cuando la figura estaba completa, invitaban a su jefe a alzarse sobre el ombligo así formado de hojas de acero reluciente y afilado y entonces lo paseaban por el campamento triunfantes. La punta de la espada llegó posteriormente a ser considerada tan sagrada que se convirtió en una costumbre el hacer juramentos sobre ella. Un rasgo distintivo del culto a este dios entre los francos y algunos otros pueblos nórdicos era el de que los sacerdotes llamados druidas o godi, ofrecían sacrificios humanos en sus altares, generalmente contando el águila extendida o sangrienta sobre sus víctimas, es decir, realizando una profunda incisión en cualquiera de los dos lados del espinazo, sacando hacia fuera las costillas así aflojadas y arrancando las vísceras a través de la apertura resultante. Por supuesto, sólo los prisioneros de guerra eran sometidos a esta práctica y era considerado como una gesta de honor entre las razas del Norte europeo el soportar esta tortura sin un solo quejido. Estos sacrificios se llevaban a cabo en toscos altares de piedra llamados dólmenes, que todavía pueden ser vistos en el Norte de Europa. Ya que Tyr era considerado como el dios patrono de la espada, se consideraba que era indispensable el grabar el signo o la runa que le representaba bajo la hoja de todas las espadas, una práctica que el Edda impuso a todos aquellos que desearan obtener la victoria. Las runas debéis si la victoria deseáis y sobre el puño de vuestra espada algunos en el algunos en la dos veces mencionad el nombre de Tyr. los conocer, obtener, grabaréis; templo, guardia, Tyr era idéntico al dios sajón Saxnot (de sax, o espada) y a Er, Heru o Cheru, la divinidad principal de los cheruski, que también le consideraban el dios del Sol y creían que el filo de su reluciente espada era un emblema de sus rayos. La Espada de Tyr.