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Ya que el viento soplaba con más fuerza durante el otoño y el invierno, se suponía que
Odín prefería cazar durante esas estaciones, especialmente durante el período
comprendido entre Navidades y la Duodécima Noche, y los campesinos siempre se
cuidaban de dejar el último haz de grano en el campo, para que sirviera de alimento a su
caballo.
La Cacería Salvaje, o la Multitud Furiosa de Alemania, se conocía como Herlathing en
Inglaterra, por el mítico rey Herla, su supuesto líder; en el norte de Francia como
Mesnée d´Hellequin, por Hel, la diosa de la muerte, en la Edad Media con el nombre de
la Cacería de Caín o la Cacería de Herodes, llevando tales nombres porque se suponía
que sus líderes eran incapaces de encontrar descanso debido a los perversos asesinatos
de Abel, de Juan Bautista y de todos los Santos Inocentes.
Irmin.
En algunas regiones de Alemania, Odín era considerado idéntico al dios sajón Irmin,
cuya estatua, el Irminsul, cerca de Paderborn, fue destruida por Carlomagno en el año
772. se decía que Irmin poseía un pesado carro de bronce, sobre el que cruzaba el cielo
por la senda que conocemos como la Vía Láctea, la cual era más conocida por los
antiguos alemanes como la Vía de Irmin. Este carro, cuyo ruido ensordecedor era a
veces perceptible al oído de los mortales en forma de truenos, nunca abandonaba el
cielo, donde aún puede ser visto en la constelación de la Osa Mayor, que en el Norte
también se conoce como la de Odín, o la de Carlos, el Carro.
·Thor,
Thor, el Atronador.
Según algunos mitólogos, Thor o Donner (Donar) es el hijo de Jörd (Erda, la Tierra) y
de Odín, pero otros afirman que su madre era Frigg, la reina de los dioses. De niño
destacó por su gran tamaño y fuerza y, muy poco después de su nacimiento, sorprendió
a la asamblea de los dioses levantando y arrojando juguetonamente diez grandes fardos
de pieles de oso. Aunque era por lo general de carácter afable, Thor incurría a veces en
una cólera terrible y como en esas ocasiones era muy peligroso, su madre, incapaz de
controlarle, lo enviaba lejos de su hogar y confiaba su cuidado a Vingnir (el alado) y a
Hlora (calor). Estos padres adoptivos, que eran también considerados como la
personificación de los relámpagos difusos, pronto lograron controlarle y le criaron tan
sabiamente que los dioses guardaron un recuerdo muy agradecido de sus amables
servicios. El mismo Thor, consciente de todo lo que se les debía, asumió los nombres de
Vingthor y Hlorridi, por los que también se le conoce.
Una vez hubo alcanzado su pleno crecimiento y la edad de la sensatez, Thor fue
admitido en Asgard entre el resto de los dioses, donde pasó a ocupar uno de los doce
sillones de la gran sala de los juicios. También se le concedió el reino de Thrudvang o
Thrudheim, donde construyó un maravilloso palacio llamado Bilskirnir (relámpago), le
más espacioso de todo Asgard. Poseía quinientas cuarenta habitaciones para el alojo de
los esclavos, que tras su muerte eran bienvenidos a su hogar, donde recibían el mismo
trato que sus señores en Valhalla, pues Thor era el dios patrono de los campesinos y las
clases bajas.
Ya que era el dios del trueno, Thor era el único al que nunca se le permitía pasar sobre
el maravilloso puente Bifröst, temiendo que lo quemara con el calor de su presencia.