revista nórdica Mitologia_nordica.1474443498 | Page 153

El clima y el escenario de las tierras en las que los nórdicos habitaban tuvo una gran influencia en la configuración de sus primeras ideas religiosas, al igual que en la disposición de su modo de vida. La mitología del Norte es grandiosa y trágica a un tiempo. Su tema principal es la lucha perpetua que existe entre las fuerzas de la Naturaleza beneficiosas contra las dañinas y, por tanto, no es de carácter elegante e idílico, como otras mitologías europeas. Era natural que los peligros que conllevaban la caza y la pesca bajo los cielos nublados y el sufrimiento impuesto por los largos y fríos inviernos cuando el sol nunca brilla, hicieron a nuestros antepasados nórdicos a contemplar el frío y el hielo como espíritus malignos. Con igual razón, invocaban con especial fervor las influencias benignas del calor y la luz. Con respecto a la religión, la mayoría de los pueblos meditan sobre el pasado lejano y el distante futuro: cómo empezó este mundo y qué había antes, cuáles son los límites del mundo y cómo están situados, cómo se creó al hombre, rara vez el por qué, cómo llegará el mundo a su fin y qué es lo que pasará después. Tales reflexiones son una potente fuente de mitos y también es así en el caso de los nórdicos. Nuestros conocimientos sobre su religión dependen de tres fuentes principales. La primera de ellas es la Edda Poética, un grupo de textos más o menos relacionados, unos poemas de longitud media o corta. El núcleo de esta colección llena un manuscrito llamado Codex Regius (el Manuscrito Real). Contiene veintinueve poemas, once de ellos sobre temas mitológicos y dieciséis, junto con dos fragmentos, sobre héroes y heroínas de la antigüedad germánica. Los poemas éddicos están más o menos estructurados en estrofas con un grado limitado de variantes métricas, por lo cual posee una apariencia muy homogénea. Algunos son narrativos, otros son poemas de pregunta y respuesta, diálogos entre seres sobrenaturales que sirven para dar información mítica. De vez en cuando hay una serie de estrofas que contienen sabiduría o proverbios atribuidos a una de las divinidades. Está el caso del poema llamado Hávamál (el Discurso del Altísimo). Es una obra compleja, compuesta por secuencias de estrofas individuales que fueron reunidas bajo un único encabezamiento de una fecha temprana. Incorpora temas de gran antigüedad, probablemente de la Era Vikinga. Cuenta algo de la visión nórdica del mundo. Gran parte del poema está escrito en forma de proverbios, útiles consejos, pero algo pragmáticos, de cómo dirigir la vida. Se habla de la amistad, de sus obligaciones y beneficios, de los deberes de la hospitalidad, de la importancia de la prudencia en todo momento, de la necesidad de estar bien considerado por los demás, etc. Hay, en este poema, material mágico, cantos y hechizos y una secuencia narrativa de los acontecimientos. La Edda en Prosa, compuesta por el escritor islandés Snorri Sturluson, es la segunda gran fuente de material mitológico escandinavo. El libro se distribuye en cuatro secciones: un prólogo; Gylfaginning (La Alucinación de Gylf); Skáldskaparmál (la Dicción de los Poetas) y el Háttatal (Recuento de Estrofas). Finalmente, la tercena fuente que nos ayuda a recomponer la religión nórdica son los poemas escáldicos, con sus intrincadas composiciones y metáforas que aluden casi