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Escandinavia durante el período vikingo. Fue, por ejemplo, la evolución de un sistema de comercio bien organizado con rutas internas centradas en puntos de reunión y embarques lo que proporcionó el estímulo para un desarrollo urbano precoz. Antes de ello, la mayor parte de la gente vivía en pequeños asentamientos predominantemente agrícolas. Las primeras ciudades en Escandinavia eran lugares con una concentración de población relativamente densa que se ganaba la vida a través del comercio y la fabricación de mercancías concebidas principalmente para el mercado local; la agricultura tenía menos importancia. Algunos de estos lugares pueden haber crecido espontáneamente porque estaban situados en las encrucijadas de rutas de comunicación, pero la mayoría parecen haber sido fundadas deliberadamente por un rey o un gran terrateniente, sin duda con la intención de adquirir ingresos imponiendo peajes a las mercancías que se traían o que se exportaban de la ciudad. Hasta principios del siglo VIII hay pocas señales de desarrollo urbano incipiente en Escandinavia, aunque el comercio y los oficios florecieron en unos pocos lugares, como Helgo y Lundeborg, cerca de Gudme, probablemente en relación con su papel como centros de culto. Esto puede reflejar la falta de comercio a gran escala antes de aquella época, pero también puede indicar una ausencia de dirigentes con poder y autoridad para fundar asentamientos. Por lo tanto, no podemos decir realmente que había ciudades en Escandinavia antes del setecientos. Después de esa fecha desde luego que existían y aumentaron gradualmente en número y tamaño. Las ciudades fundadas por los vikingos en los siglos VIII y IX no eran como lo que hoy entendemos como tal. No tenían grandes edificios públicos construidos con piedra y no sabemos muy bien cómo se administraban. Consistían en grupos de edificios de madera, cada uno de una familia independiente, con una casa-vivienda y dependencias dentro de un patio cercado. Aparte del hecho de que los habitantes conseguían sus principales fuentes de ingreso con la fabricación artesana, poco había que distinguiera sus asentamientos de una aldea. La mayor parte de nuestra información sobre las ciudades primitivas proviene de tres sitios en particular, todos sujetos a excavaciones arqueológicas recientes: Hedeby y Ribe en Jutlandia y Birka en Suecia central. Los nombres de los tres se mencionan en la biografía de Ansgar, "el Apóstol del Norte", del siglo IX, que hizo dos viajes, uno en los años 820 y otro en los años 850, desde su monasterio de Corvey, al norte de Alemania, para intentar convertir a los bárbaros del norte. Centros Mercantiles en Jutlandia. El emplazamiento de Hedeby, conocida como Haithabu en Alemania, se encuentra justo al sur de la actual ciudad de Schleswig, en Alemania. Hoy no hay nada allí sino campos abiertos, sólo con la gran muralla semicircular que indica dónde estuvo una vez la ciudad. Hasta finales del siglo XIX, su emplazamiento fue desconocido para los arqueólogos. Se menciona Hedeby en una fuente escrita de 808, que dice que el rey danés Godofredo estableció allí a un grupo de comerciantes. Esto ha llevado a los historiadores a considerar que Hedeby fue fundada a principios del siglo IX. Sin embargo, las excavaciones han descubierto un pequeño asentamiento que se remonta a mediados del siglo VIII, el sur del cual se convertiría más tarde en el centro de la ciudad vikinga. Era, al menos en parte, del carácter rural de aquella época, con algunos largos edificios agrícolas donde se guardaba el ganado. En el siglo IX fue sustituido por el