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En un momento dado se pensó que las granjas del período vikingo de Suecia central estaban aisladas de sus vecinos, como lo están ahora y que tal vez yacían bajo las granjas actuales, que los mismos emplazamientos agrícolas habían estado continuamente ocupados durante más de mil años. No obstante, las excavaciones de aldeas de la época vikinga de Pollista y Sanda, en la región de Mälaren, han dejado claro que éste no era el caso, suponiendo que sean típicas. Aunque mucho más pequeñas que las aldeas de Dinamarca, cada cual tenía varias granjas con una vivienda y dependencias, que recuerdan a las agrupaciones danesas. Las aldeas del valle de Mälaren parecen haberse desplazado de vez en cuando, como lo hicieron las de Dinamarca, y por tanto, es poco probable que hayan estado situadas donde se encuentran ahora las granjas actuales. Las comunidades agrícolas de Noruega en la época vikinga no son muy conocidas. Se han descubierto muchas granjas del período previkingo en el suroeste del país, pero la época vikinga en sí está poco representada. La razón de esto puede ser que allí las granjas sí que estaban aisladas y dispersas, y por tanto son difíciles de encontrar hoy. Una de las pocas granjas del período vikingo que ha sido excavada en Noruega es el asentamiento de los siglos IX y X de Ytre Moa, en el extremo interior del fiordo de Sogne. No es una aldea de tipo danés, sino una única granja aislada, de seis o siete pequeños edificios más o menos cuadrados, cada uno usado para un propósito distinto, por ejemplo, vivienda, granero y cuadra. Las formas de los edificios y los métodos en su construcción también difieren de sus réplicas danesas. Todos los edificios de Ytre Moa no tienen más que unos pocos metros cuadrados, con gruesas paredes de piedra y tepe con revestimiento de madera en el interior. La dificultad de localizar emplazamientos de la época vikinga en el paisaje noruego significa que aún se necesita trabajar mucho más antes de que la agricultura de ese país pueda comprenderse enteramente. ·Comercio Comercio y Desarrollo Urbano. Durante más de doscientos años, los vikingos hicieron uso de sus habilidades para la navegación y de sus naves de alta mar para dominar las rutas comerciales de larga distancia del norte de Europa. Las materias primas locales disponibles estaban muy solicitadas en Europa occidental: pieles, plumas y plumones, madera y alquitrán, mineral de hierro, esquistos para hacer piedras de afilar (para afilar hojas), esteatita para los recipientes de cocina, pescado salado, pieles de foca y marfil de morsa y el ámbar encontrado arrojado en las costas del mar Báltico. A Bizancio y al este se exportaban pieles, miel, cera, marfil y esclavos que eran capturados en las incursiones en el oeste. La organización necesaria para despachar estas mercancías a los mercados extranjeros era un proceso complicado: las materias primas tenían que acumularse en su lugar de origen, transportarse a la costa y entonces juntarse en cargamentos y cargarse en buques mercantes. Además, se importaban otras mercancías para el comercio desde tierras lejanas. La plata era una de las más importantes. Otras mercancías importadas incluían seda, especias y joyas procedentes del este, y vino, cerámica y armas procedentes de Europa occidental y central. La imagen de los vikingos como negociantes y comerciantes es menos romántica que su imagen como guerreros, invasores y piratas, pero fue a través del negocio y del comercio como muchas innovaciones y cambios significativos fueron introducidos en