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últimos años y también se conocen varios establecimientos rurales en Suecia central,
donde el cultivo también era importante. En Noruega éste se limitaba al sur y no se sabe
prácticamente nada sobre las granjas.
Los principales cereales cultivados en las granjas escandinavas durante la época vikinga
eran la cebada, el centeno y la avena, y algo de trigo que también se cultivaba en
Dinamarca. Aunque se ha encontrado pan de trigo en algunas tumbas de Birka, en
Suecia central, no hay pruebas evidentes que demuestren que se cultivara el trigo en las
inmediaciones del pueblo, y pudo ser importado como producto alimenticio de lujo.
También se cultivaban comúnmente guisantes, alubias, coles y tubérculos.
La sucesión de las cosechas determinaba el cambio de la siembra de invierno, siembra
de primavera y roturación, por tanto, el tradicional cultivo por amelgas trienales, que
probablemente ya en la época carolingia también halló acogida en el Norte europeo, por
lo menos en Fionia, Seeland y Escania, que Adam de Bremen ensalza como la faja
terrestre más frutífera de toda Escandinavia.
El programa de cultivo queda al descubierto por los restos, en su mayoría carbonizados,
o los objetos de arcilla que se han encontrado en las excavaciones. El centeno, fácil de
contentar y acostumbrado al frío, constituía el fundamento de la alimentación. La avena
se cultivaba ante todo como el más apreciado pienso para los caballos y la cebada como
fermento para la preparación del hidromiel casero. Numerosos nombres de lugares y
fincas, especialmente en Islandia, muestran con evidencia que estas clases de cereales
fueron las que también alimentaban a las colonias de campesinos de las islas atlánticas.
En Groenlandia los colonizadores consiguieron aclimatar, por lo menos, cebada y elimo,
una especie de avena.
La cebolla era su hortaliza favorita. Los campesinos vikingos, además de apreciar su
sabor, alababan sus poderes curativos y vigorizadores. Donde era posible, cultivaban
también berros. La recolección de frutas era modest. Aparte de la manzana, en el Norte
europeo no maduraba otra. Con todo, en los años buenos, incluso en Groenlandia se
daban manzanas comestibles.
Tanto en las narraciones del Edda como en las colecciones de leyes islandesas, se habla
del abono de los campos con el estiércol de los establos. Para este menester se utilizaban
unos trineos de forma especial que todavía en el pasado siglo seguían empleándose en
Noruega. Se caracterizaban por tener una parte superior en forma de artesa que, con
varitas de mimbre, se ataba al armazón de patín del trineo.
En Dinamarca la investigación arqueológica ha reconocido evidencias de algunos de los
campos donde se cultivaba, así como algunos de los métodos agrícolas usados. Se han
encontrado en Ribe, simples rasguños en la superficie de la tierra bajo la ciudad vikinga.
Éstos prueban que se usó un arado para mullir la tierra antes de sembrarla. El arado
primitivo era de madera y sólo hacía surcos en la tierra, sin removerla. Fue de uso
común hasta finales del período vikingo, cuando se introdujo un arado más pesado, con
una reja de hierro calzado. Se hizo un hallazgo excepcional en Lindholm Hoje, al Norte
de Jutlandia, en los años cincuenta, cuando los arqueólogos quitaron la espesa capa de
arena llevada por el viento que había sumergido el lugar poniendo fin a la ocupación en
el siglo XI, y descubrieron debajo un campo de la época vikinga fosilizado, con sus