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El mástil se implantaba en la quilla. La zapata de carlinga se presentaba en forma de un
bloque de roble de 3´75 metros de largo, 40 centímetros de ancho y 70 centímetros de
alto (era una pieza confeccionada en madera dura, destinada a soportar el esfuerzo de
compresión ejercido por el mástil). La fogonadura es un bloque de roble de 5 metros de
largo y 1 metro de alto en su parte media, sólidamente fijado sobre cinco varengas
(pieza construida en madera dura cuya función consistía en apuntalar el mástil). El
mástil, que debía medir entre 11´15 y 12´30 metros, podía alzarse o bajarse fácilmente.
El navío disponía de poco velamen, teniendo en cuenta sus dimensiones. La vela,
confeccionada en lana blanca con bandas rojas, iba sujeta a una verga de alrededor de
once metros. Los remos, que eran de pino, tenían una longitud que variaba entre 5´30 y
5´85 metros, teniendo en cuenta la forma del barco y la altura con respecto a la
superficie del agua. Al no encontrarse a bordo ningún banco de remo, se supone que los
marineros utilizaban sus arcas como asientos para remar. El gobernalle estaba formado
por una sola pieza de roble, de una longitud aproximada de 3´30 metros.
Sesenta y seis escudos, pintados alternativamente de amarillo y negro, se fijaban al nivel
de la tercera tabla. No tenían ninguna función militar y sólo estaba permitido colocarlos
cuando la nave se encontraba en aguas tranquilas. Se supone que eran la marca
distintiva del propietario de la nave y que desempeñaban un papel comparable al de los
emblemas pintados en las chimeneas de los barcos modernos.
Se calcula que el peso de la nave, una vez armada, debía de ser de 20´2 toneladas. Con
ocho toneladas a bordo, el calado alcanzaría 74 centímetros y, al máximo de carga, no
sobrepasaría los 92 centímetros. La nave había sido concebida para aguas poco
profundas y sin duda, no era ningún problema remontar los ríos. Los barcos que
hicieron expediciones a Europa occidental debían ser muy semejantes a la nave de
Gokstad, que parece adaptada para acciones de guerra.
Más pequeña que la de Gokstad , la nave descubierta en el túmulo real de Tune,
Noruega, carece de puente. Realizada casi enteramente en roble, es de construcción muy
robusta, con una longitud de quilla de 13´50 metros. El gobernalle, de unos dos metros
de largo, era de pino y se podía retirar. En el momento de exhumarlo, se encontró la
zapata de carlinga, de roble, y una parte del mástil, de abeto, todavía en su lugar.
Aunque también en la categoría de las karvs, la nave de Oseberg, menos marinera en su
concepción y de construcción menos robusta que la de Gokstad, parece haber sido
construida para navegar en aguas tranquilas, con una propulsión mixta de vela y remo.
La riqueza de la decoración de este barco, que aparentemente no estaba destinado a
afrontar el mal tiempo, llevó a algunos estudiosos a pensar que pudo ser utilizado como
yate por algún personaje importante. Estaba dotado de quince pares de remos de pino,
pero no tenía tapa para obstruir los orificios. La longitud de los remos era de unos
cuatro metros.
En Skudelev, en el fiordo de Roskilde (Dinamarca, cerca de Copenhague), se
descubrieron en 1962 los vestigios de cinco embarcaciones, entre ellas y por primera
vez un langskip y un knarr. Probablemente, esos barcos fueron hundidos
voluntariamente a principios del siglo XI para bloquear uno de los accesos a la ciudad
de Roskilde.