Revista Niños y Adolescentes, del IPN Edición Junio 2020 - Elaborado por DA | Page 5
EDITORIAL
La Sociedad de Pediatría de Francia es
muy clara al respecto. Los niños tienen
necesidad de interacciones sociales para
desarrollarse. Hay muchos más beneficios
que riesgos en la vuelta a la vida colectiva
de los niños.
Comentan además que hay argumentos
en diferentes países, que sugieren que los
niños no son peligrosos para los adultos.
Son los adultos los que están más en el
origen de la trasmisión a los niños, que a
la inversa.
ción de los niños de jugar entre ellos son
inútiles y perjudiciales.
Aquí se tuvo éxito con las medidas preventivas
que fueron utilizadas previamente
en países como Nueva Zelanda, Singapur,
Corea del Sur, Taiwán o Hong Kong.
No existe una solución paraguaya para
los problemas, de la misma manera que
no existe un método científico paraguayo
de hacer ciencia.
Sólo la mediocridad y una visión pueblerina
puede llevarnos a confundir el éxito
circunstancial que hasta ahora mantenemos,
con la soberbia de creer que
podemos hoy -al decir de algún nativo
del pensamiento nacional- encontrar
soluciones paraguayas a todos los pro-
Insisten que sólo con el lavado de manos
sería suficiente para el retorno de
los niños a la escuela. Medidas de distanciamiento
excesivas como supresión
de los espacios de juegos o la prohibiblemas
que tengamos. Adecuar no es lo
mismo que crear.
¿Será que es esa forma de pensar -al mismo
tiempo tan cerrada y tan arrogante- la
que no nos permite avanzar y desarrollar
soluciones a las terribles deficiencias que
existen en el funcionamiento del Estado?
Entre la creencia y la razón hay mucha
ciencia, y es en la convivencia social, escolar
y universitaria que encontraremos
los límites de cada una sobre todo si confiamos
en propuestas democráticas y no
autoritarias. En una sociedad educada
no se debe fomentar el miedo o el terror
a la incertidumbre. Hoy en día la ciencia
cuenta con herramientas válidas para
acelerar respuestas.