Revista Niños y Adolescentes, del IPN Edición Junio 2020 - Elaborado por DA | Page 4
EDITORIAL
La cuarentena
inteligente y los niños
Dr. Ignacio Iramain Chilavert
DIRECTOR GENERAL DEL IPN
La pandemia causada por el CO-
VID-19 ha generado un gran temor
mundial debido a su alta
contagiosidad y agresividad en un pequeño
porcentaje de la población de
edad adulta, con grandes posibilidades
de provocar el colapso de cualquier sistema
de salud.
La prevención a través del buen lavado de
manos, distanciamiento físico, el uso adecuado
del tapaboca y el control fronterizo
riguroso, con aislamiento de los infectados,
han sido las medidas más efectivas
para controlar su expansión.
Paraguay ha sido uno de los países que
mejor resultado ha obtenido en el mundo.
Las razones todavía no las conocemos en
su totalidad, pero sin dudas resaltan dos
elementos: la precocidad con que el gobierno
decidió las medidas preventivas
y la sorprendente disciplina ciudadana
para cumplirla.
Pero, una verdadera política sanitaria es
algo más amplio y no puede reducirse
exclusivamente a la prevención. La intención
fue poner en orden una deficitaria
estructura sanitaria que hasta el momento
no se logró. Felizmente se aplanó la
curva y la circulación viral es baja. Todavía
corremos un gran riesgo que no se va a
poder corregir de manera inmediata.
El desafío dramático es salir realmente
de forma inteligente de esta crisis, y me
voy a referir sólo a la infancia y no a la
pandemia económica que ya está siendo
muy dolorosa.
Con estas cifras actuales, que son las
mejores del mundo, no se justifica mantener
encerrados a los niños. Si no hay
una variación brusca y contundente en
la curva epidemiológica, se debe pensar
seriamente en retornar lo antes posible a
las clases presenciales, como lo hacen en
todos los países del mundo y con cifras
mucho peores que las nuestras. Setiembre
primaveral podría plantearse como
objetivo. Eso sí, con nuevas reglas.
El gran maestro y pedagogo italiano Francesco
Tonucci señala a través de una investigación
que está realizada, en el marco de
la suspensión de clases por la pandemia,
sobre qué piensan los niños del encierro.
Son básicamente dos cosas: 1) Que necesitan
estar y jugar con sus amigos, y no es
precisamente que extrañen la escuela y
2) Que a pesar de que les gusta estar con
los padres más tiempo, sienten que no
pueden realizar las tareas con ellos.
Entre otras cosas, expresa este notable
docente, que se hubiera aprovechado los
meses de suspensión para realizar un laboratorio
en la casa y que los niños no
sean sobrecargados con tareas, sino que
aprendan las cosas simples y domésticas
de la vida diaria.
Mientras, los docentes deberían capacitarse,
sobre todo en nuestro país, para
aprender a utilizar los instrumentos tecnológicos
en el aula, no para sustituir las
clases presenciales sino para complementarlas
y enriquecerlas con el método
digital. Entrenarse por si tuviéramos que
enclaustrarnos nuevamente.
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INSTITUTO PRIVADO DEL NIÑO