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mano dura y fuerte hasta que su hijo Halvdan, llamado el Negro, junto con su hermanastro Olav, asumió el gobierno del país. Cuando Asa murió a la edad de cincuenta años, aproximadamente, la enterraron como a un hombre. El estudio de sus restos mortales hallados en el barco de Oseberg demostró que había sido una mujer grácil, esbelta, de constitución delicada. ·Rituales Rituales y Religión. No existe religión escandinava antigua en el sentido abstracto, conceptual, que estamos acostumbrados a dar a esta palabra. Religión se dice "sidr" que significa literalmente, práctica o costumbre. En vano buscaremos en los documentos que se poseen una dogmática, textos o costumbres de contemplación, de meditación, oraciones en el sentido que nosotros le damos. Ciertamente no existían sacerdotes tales como se conciben normalmente, que pasasen una iniciación particular y formaran una casta o incluso una profesión aparte. Por tanto, la religión de los vikingos parece reducirse al culto, a gestos significativos con una segunda intención muy utilitaria que responde al "doy para que me des", a costumbres o prácticas inmediatamente realizables. El momento central de esta religión es el sacrificio (blot), que puede ser público o privado. Los muy antiguos escandinavos conocieron sin duda los sacrificios humanos. Pero eso nos lleva al principio de nuestra era, a la llamada Edad del Hierro en estas latitudes. Posteriormente, durante la época vikinga, nada de estas tradiciones parece subsistir en este grado. En cambio, el sacrificio de animales parece haber sido muy frecuente en sus prácticas. Constituía el primer momento del blot, siendo el segundo la consulta a los augures en esos pueblos tan atentos a las determinaciones del Destino y el tercero, el banquete sacrificial o blotveizla, en el curso del cual se consumía la carne del animal inmolado, realizándose libaciones destinadas a los antepasados, a los dioses y quizás también a las personalidades presentes. Se hacían también juramentos constrictivos. No se excluye que se realizara cierto número de ritos mágicos, como el sejdr, que era un ritual de tipo adivinatorio, junto con el blot. Ese culto podía dar lugar a manifestaciones de tipo privado que no dejan de evocar, a un cristiano moderno, la veneración de los santos patrones. Al parecer, el vikingo escogía un "fulltrui", un protector (el término significa aquel en que se tiene plena confianza), con el que mantenía relaciones de tipo muy poco común en verdad, cuando se conoce esta cultura. Le llamaba su amigo querido (kaeri vinr) e incluso llevaba en su escarcela un amuleto de su imagen. La arqueología ha encontrado varios de ellos, que deben de representar a Frey, Odín y Thor especialmente. Se tiene la impresión de que el vikingo, en los pequeños detalles de la vida cotidiana, mantenía relaciones de tipo personal y utilitario con el dios o los dioses que había decidido reverenciar, o que tenían derecho de ciudadanía dentro de su clan. Fuera de las grandes celebraciones de los solsticios, el vikingo no parece haber sido un hombre particularmente religioso. Tampoco que haya manejado un conjunto de concepciones de tipo abstracto con respecto a lo divino. Este hombre, pragmático,