Revista Muévete - 1era edición Revista Muévete | Page 36

Vida sana ¿Cómo identificamos la condición física en adultos mayores? Mientras que en adultos jóvenes determinamos la condición física como la resistencia al esfuerzo, en adultos mayores lo definimos como la capacidad física para desarrollar las actividades normales de la vida diaria sin fatiga, de forma independiente, sin dolor y pudiendo cuidar de si mismos. Este concepto esta de la mano con la palabra funcionalidad. De manera que con diferentes tipos de ejercicios podemos hacer una comparación de su implicación con las actividades cotidianas y por ejemplo: 1- Caminar o correr puede ayudarnos a realizar las compras o dar recados independientemente. 2- El ejercicio de fuerza (levantar peso sin dolor) relacionado a subir escaleras y levantarse de una silla, jugar con nietos y hacer actividades recreativas. 3- Ejercicios de flexibilidad o estiramientos, relacionado con levantar y alcanzar objetos, además realizar las tareas del hogar. 4- Ejercicios de equilibrio como girar y arrodillarse relacionado con desplazarse de un lugar a otro sin apoyo Beneficios ante enfermedades: Osteoporosis: Es una enfermedad que se caracteriza por la pérdida de minerales del hueso y eso lo hace más frágil y con menor resistencia mecánica. Más susceptible a fracturas. El diagnóstico se hace por medio de una prueba llamada densitometría ósea (DMO) y se dice que se padece osteoporosis cuando el examen reporta una desmineralización mayor a 2 desviaciones estándar (parámetro que se especifica en el examen). La osteoporosis origina fracturas que aumentan la probabilidad de muerte en los individuos que la padecen, el riesgo de osteoporosis aumenta en las mujeres luego de 10 años de la menopausia y luego de los 70 años en los hombres. La actividad física disminuye la probabilidad de padecer osteoporosis aumentando la mineralización ósea (depósito de calcio y fósforo en los huesos) y aumenta el tono muscular lo cual disminuye el riesgo de caídas. 36 Sarcopenia: Es la pérdida de masa muscular por el envejecimiento, crea un círculo vicioso que provoca inactividad física progresiva. Entre las causas se incluye la inactividad física, cambios en el metabolismo formador de músculo, cambios hormonales, pérdida de la función del sistema nervioso relacionado con los músculos y por último la muerte programada del músculo; las consecuencias son disminución de la fuerza y disminución del gasto de calorías. Estudios recientes mostraron una mejoría hasta del 26% con entrenamiento de fuerza; una terapia de actividad física bien elaborada puede mejorar la fuerza, mejorar la masa y la calidad muscular y retrasar la aparición de discapacidad. Hipertensión arterial: Es una enfermedad y un factor de riesgo importante para desarrollar enfermedad cardiovascular. El incremento de la presión arterial debido al envejecimiento es debido a la pérdida de elasticidad en las arterias, también está relacionado a antecedentes familiares, sobrepeso, tabaquismo y alto consumo de sal. Investigaciones muestran que un ejercicio aeróbico regular puede ayudar a disminuir la presión arterial hasta en 7 milímetros de mercurio. Diabetes: Está asociada a desordenes metabólicos y está caracterizada por hiperglucemia. Existen 2 tipos la diabetes tipo 1 o insulino dependiente por deficiencia de la función del páncreas y la diabetes tipo 2 o por daño progresivo que muestra una imposibilidad de consumo de glucosa como combustible por los tejidos del cuerpo. El ejercicio sin lugar a dudas previene la diabetes y también es parte vital del tratamiento ya que beneficia al uso de glucosa como combustible del cuerpo y mejora la sensibilidad de la insulina, la dificultad siempre es la adecuada educación e implementación por parte del paciente. Obesidad: Es la entidad en que el exceso de grasa corporal afecta la salud y el bienestar. Responde a un valor de 25% de masa grasa en hombres y un 35% en mujeres. La obesidad es un problema grave de salud pública y cada vez tiene mayor predominancia en la población y esta tiene implicaciones médicas, funcionales y psicológicas adversas. La ganancia de peso graso en el envejecimiento es resultado de un desbalance entre la energía consumida y la energía gastada. La disminución de la ganancia de grasa corporal requiere estrategias que permitan aumentar el gasto energético